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RENNES 2-PSG 1

El PSG patina sin Neymar

El conjunto parisino sufrió su primera derrota en la segunda jornada de la Ligue 1 en un partido con muchas dudas de los de Tuchel.

Actualizado a
El PSG patina sin Neymar

El Stade Rennais se ha convertido en 2019 en el principal verdugo del PSG. Tras arrebatarle el pasado mes de mayo la Coupe de France en la final, el conjunto bretón ha vuelto a dar la sorpresa venciendo por 2-1 en el segundo encuentro de la Ligue 1. Los goles de Niang y del Castillo se impusieron al gol inicial de Cavani para dar la segunda victoria seguida a los de Stephan.

En París sigue habiendo dudas. En medio de una semana incierta por el futuro de Neymar, el conjunto capitalino dejó otro partido en el que mostró debilidad sin su mejor futbolista. Tuchel sacó el mismo once que había derrotado una semana antes por 3-0 al Nîmes, pero con la entrada de Di María por Pablo Sarabia. Sin embargo, el sistema no fue el mismo, con la principal novedad del encaje de Marquinhos.

El Stade Rennais alineó el 3-5-2 que le había dado rédito en la primera jornada de Ligue 1 en Montpellier. Stephan, que ha perdido a Ben Arfa, Sarr, Bensebaini o André, pilares básicos del equipo la temporada pasada, ha conseguido un milagro. No solo ha sabido generar un sistema que potencie al colectivo, sino que ha tenido la valentía de darle la manija del equipo a Eduardo Camavinga, un chico de 16 años que en dos encuentros de Ligue 1 ha dejado verdaderas exhibiciones.

Dado que el rival de hoy jugaba con dos delanteros, Tuchel colocó a Marquinhos de central para intentar jugar en una especie de 3-4-1-2, sistema que más utilizó la temporada pasada. El brasileño generaba superioridad para sacar el balón ante dos puntas y no solo eso, sino que Verratti podía recibir de cara y estirar a Meunier y Bernat en las bandas. La temporada pasada esta fórmula funcionaba, ya que Verratti dormía el partido con los centrales hasta que el italiano decidía cuándo y cómo cambiar el ritmo del mismo con un pase vertical a Neymar. Sin Neymar, el italiano no tiene a un jugador con el que poder filtrar pases verticales y que se conviertan en situaciones de gol.

Draxler, Di María y Mbappé no pueden suplir el rol de Neymar, y eso se notó mucho en Rennes. El equipo de Stephan replegó de maravilla, y además, se atrevió a sacar la pelota jugada desde atrás. Gélin, suplente de Mexer la temporada pasada, aprovechó su espectacular capacidad para sacar el balón para jugar con Camavinga y liberar a Bourigeaud y Grenier entre líneas. Poco a poco, Maouassa y Traoré, laterales convertidos en carrileros por circunstancias del mercado, empezaron a hacer sufrir a Meunier y Bernat. Ganó muchos metros el Rennes con Camavinga, quien demostró con 16 años tener una personalidad y un cambio de ritmo con balón impropios a su edad.

Sin embargo, el Stade Rennais se confió en exceso y regaló el 0-1 en el minuto 36. Da Silva dio un pase horizontal a su portero sin mirar, sin darse cuenta de que

Cavani estaba al acecho. El uruguayo batió a Salin y provocó que el gran trabajo del equipo local se hiciera añicos. Sin embargo, como en la Coupe de France, en la que el Rennes remontó un 0-2 en contra, los de Stephan volvieron a mostrar una resiliencia espectacular y no sucumbieron tras el gol del PSG, sino todo lo contrario.

Una gran jugada asociativa en la banda derecha, finalizada por Mbaye Niang tras anticiparse a Marquinhos, puso las tablas en el marcador antes del descanso. Niang, erigido con 17 años como un extremo muy vertical, ha sufrido una transformación en 2019 y se ha convertido en un delantero de área con unos movimientos para darse la vuelta muy complicados de defender.

La segunda parte fue la de la consagración definitiva de Camavinga. El joven angoleño realizó un partido perfecto. No falló un solo pase, solo pudo frenarle el rival con faltas y dejó una asistencia brillante en forma de balón templado a Del Castillo, quien solo tuvo que girar el cuello para orientar un envío que no pudo ser más preciso. Camavinga, que además de tener un gran dominio del balón roba muchos balones por su rapidez y lectura del juego, dominó el centro del campo como si llevara 20 años en la élite, y solo lleva unos pocos meses. Difícil no ilusionarse con él a medio plazo.

Tuchel intentó cambiar el ritmo del partido, pero el Rennes no dejó un solo espacio más. El 5-3-2, con los centrocampistas a escasos metros entre ellos para impedir cualquier pase vertical de Verratti, fue imposible de desmantelar durante toda la noche. Ingresaron Paredes, Dabga y Sarabia -el único que cambió la cara del PSG-, volviendo a evidenciar el poco fondo de armario que tiene el técnico alemán, pero ya era demasiado tarde. Segunda victoria consecutiva del Stade Rennais, que, a pesar de las bajas, está demostrando ser un proyecto consolidado. Por el contrario, el PSG, que todavía no sabe cuál será su plantilla definitiva a la espera de Neymar Jr, sufre la primera derrota en Ligue 1 y está, después de mucho tiempo, a tres puntos del líder, que es el Lyon