Rodrigo vs Correa: ¿qué han aportado a Valencia y Atlético?

El plan del Atlético se mantiene. La idea es cambiar a Correa por Rodrigo Moreno. El cuerpo técnico colchonero echa de menos un punta, en el caso de que el argentino, finalmente, abandone el equipo y el jugador del Valencia sigue en el punto de mira. Estandarte de Marcelino durante las dos últimas temporadas, el exjugador del Benfica suma cinco temporadas completas en el equipo che en franca progresión. Sobre todo, en sus dos últimas campañas donde la estabilidad en el banquillo y la ausencia de lesiones serias le han ayudado a rendir. Es por eso que el Atlético piensa en él. Un futbolista, un delantero, para acompañar a un nueve con mucha capacidad para incidir en el juego con libertad y que en el pasado se movió también por otras posiciones del ataque, cayendo más a los costados.

Rodrigo (28 años) aterrizó en el Valencia de la mano de Peter Lim, quien lo compró antes de hacerse oficialmente con el club y, curiosamente, fue también el dueño quien pactó, en primera instancia, su salida hacia el Atlético. El atacante llegó procedente del Benfica junto a André Gomes para crecer bajo la tutela de Nuno en la 2014-15 moviéndose por todo el frente del ataque, muchas veces como extremo. El Valencia se metió en la Champions, pero lo que vino después, con el desfile en el banquillo no le benefició ni a Rodrigo ni a ninguno. Peor aún para él, ya que una lesión de cruzado le tuvo dos meses fuera. Su tercera temporada también estuvo varios meses parado por una lesión de tobillo que frenó su progresión. Pero con Marcelino cambió todo. El técnico le aseguró que acabaría en la Selección, y así fue. Dejó de alternarlo por el frente de ataque para ubicarlo exclusivamente como segundo punta, primero junto a Zaza o Mina, y después, también como compañero de Gameiro.

Rodrigo

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Rodrigo se convirtió en el estandarte del Valencia, dando un salto de calidad a su ataque. Su producción goleadora en su lustro che no es espectacular, 51 tantos. No vive solamente de eso. Un gol cada 245 minutos, ha disputado 12.518' con el Valencia, con un 41% de aprovechamiento de sus ocasiones y un porcentaje de acierto en el disparo a puerta de casi el 52%. Pero Rodrigo es también pase final entre líneas. Una asistencia cada 544 minutos, con un porcentaje de acierto del 65% en pases en el último tercio del campo, según los datos de Opta en el acumulado de las últimas cinco campañas, manteniendo un régimen general de un 75% de acierto en el pase. Rodrigo ha jugado durante las dos últimas temporadas, principalmente, con una cuota de confianza de su entrenador sin límites y eso es también un dato a tener en cuenta ante un futuro fichaje por un Atlético, donde su rol de protagonista no estaría tan claro, pero su calidad es indudable. Que se ajuste al Atlético sería trabajo de todos. Futbolista, entrenador y compañeros.

Correa.

Y llegaría para sustituir a un Correa (24 años) que aterrizó siendo adolescente en el Atlético, después de una operación de corazón y que, lección a lección, se adaptó para ganarse la vida en una plantilla de muchas opciones. Un futbolista diferente, que, en primer lugar, ha jugado en la mayoría de las ocasiones fuera de su puesto natural. La posición de segundo punta estaba reservada a Griezmann y Correa sobrevivió en un costado, principalmente con su perfil de agitador, saliendo desde el banquillo. Una etiqueta que interpretó, pero con la que no se conforma. Lo de revulsivo le valió para ir tirando en sus primeros tiempos en el Atlético, pero tras cuatro temporadas quiere más. El golpe de la temporada pasada fue difícil de encajar.

Correa

• Atlético
• delantero
• Argentina

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Pasó de sentirse en la pelea por la titularidad, ganándole el pulso a Lemar y a Vitolo, a tener un especio cada vez más marginal desde la llegada de Morata en enero. Pero valioso, en muchas ocasiones. Vertical, eléctrico y mortal, si tiene el día. Se le achaca su irregular toma de decisiones, sin perdonarle, muchas veces, que ejecuta a toda velocidad. Porque Correa está para eso en la plantilla. Hasta hoy, ha jugado 9154 minutos en el Atlético, con un promedio de goles inferior al de Rodrigo y uno de asistencias superior moviéndose en un porcentaje similar de pases acertados en el último tercio del campo. Correa ha marcado 30 goles como rojiblanco, uno cada 305 minutos, con un acierto en su disparo a puerta del 57% y un acierto de las ocasiones del 35 por cierto, inferior al de Rodrigo. Pero el argentino también asiste y bastante. Un pase de gol cada 339 minutos, más que Rodrigo, aunque, evidentemente, el valencianista ha interpretado durante más tiempo el papel opuesto en el ataque. Se le esperaba como ejecutor.

Y es que Correa ha vivido lejos de las posiciones de remate, aunque también es apreciable su capacidad desde la media distancia. 7 goles desde fuera del área ha dejado hasta ahora, por 5 de Rodrigo en más de 3000 minutos menos. Correa fue uno de esos jugadores que pasó de jugar bien a la pelota a jugar bien al fútbol. Mejoró tácticamente y, sobre todo, trabajó. 673 recuperaciones, una cada 13 minutos, aunque, por el contrario, era un delantero reconvertido lo que le ocasionó pasarse de frenada a la hora de defender. 32 tarjetas ha llegado a ver en 188 partidos. En aquella noche amarga de Turín, por ejemplo, se le observó esa falta de tacto para defender que acabó con Bernardeschi en el suelo dentro del área. Pero Correa ha sido calidad, coraje y fe en el Atlético. Sin quererlo se convirtió en un especialista, muy estimado por Simeone, pero para interpretar ese rol. Le ha faltado el último paso adelante, cierto es que tampoco se ha creído en que pudiera darlo.

 Sus números, al detalle: