El 'Panda': crónica de una venta anunciada desde el día que fichó
El Espanyol invirtió diez millones convencido de que ingresaría 20 en uno o dos años. Han sido más, 28, en la venta más elevada de la historia perica.
El “Borja, quédate” se cantó hasta en Islandia, hace dos semanas, tras el que sería su último gol como delantero perico. En Europa, a donde él había contribuido a llegar con sus 17 goles de la pasada Liga (y otros tres en la Copa del Rey). Pero hacía mucho más tiempo que 15 días que el futuro de Borja Iglesias estaba escrito. Incluso antes de su acuerdo con el Betis. Seguramente, desde el momento de su fichaje por el Espanyol.
“Borja Iglesias, el paradigma de la nueva filosofía del Espanyol”, titulaba AS el 10 de julio de 2018, justo tras su primer entrenamiento. “Están convencidos los técnicos de que en una o dos temporadas habrá duplicado su valor de mercado, y que clubes fuertes económicamente, como los de la Premier League, estarán dispuestos a abonar al menos 20 millones por él”. El plan no solo ha funcionado, sino por encima de las previsiones, hasta convertirlo en la venta más alta de la historia blanquiazul.
Que su agente se negara a fijar una cláusula mayor a los 28 millones (de hecho, quería situarla bajo los 20) también daba algunas pistas de su futuro nómada. La insistencia de Joan Francesc Ferrer 'Rubi', tras trazar primero el camino hacia el Betis, hizo el resto.
Carismático, natural, cercano, ídolo de unos niños y niñas que deberán recolocar su panda de peluche en la estantería, con Borja se marcha del Espanyol un ‘pichichi’ y un futbolista normal, que de tanto serlo se acabó rigiendo, con elegancia y saber estar, según los mismos cánones que todo profesional.