Un portero condenado por la muerte de su exnovia recibe una oferta para ficharle
Bruno Fernandes, que llegó a ser portero de Flamengo, podría jugar con un equipo de categoría regional de Minas Gerais. Fue condenado a 20 años por la muerte de su novia.
El portero brasileño Bruno Fernandes, excapitán del Flamengo y condenado a más de 20 años de prisión por el asesinato de su exnovia, recibió un propuesta para integrarse en un club de las categorías regionales en el estado de Minas Gerais, según dijo el presidente del Poços de Caldas FC a medios brasileños.
El futbolista, de 34 años, se vio beneficiado por una decisión judicial tomada el pasado julio que le permite regresar nuevamente al régimen semiabierto tras el homicidio de su exnovia Eliza Samúdio en 2010.
El presidente del club Poços de Caldas FC, Paulo César da Silva, afirmó al portal de noticias globoesporte que Bruno es el nuevo jugador del equipo, aunque precisó que el contrato todavía no fue firmado, lo que podría ocurrir en la presentación.
A pesar del anuncio del club, el jugador todavía necesita una autorización de la justicia para poder desplazarse a la localidad de Poços de Caldas.
"Probablemente la semana que viene empiece a entrenar. Solo necesita algunas autorizaciones, algunas cosas que necesitan ser vistas, pero ya ha sido contratado por el club", agregó el presidente del Poços de Caldas FC.
Según explicó la abogada del jugador, Mariana Migliorini, a globoesporte, el objetivo de la defensa es que Bruno continúe viviendo en Varginha, pero obtenga una autorización especial para entrenar en Poços de Caldas.
El guardameta fue detenido en 2010 y condenado en 2013 por el asesinato de la modelo Eliza Samúdio, con quien tuvo un hijo.
Samudio, de 25 años y quien reclamaba del futbolista el pago de una pensión para su hijo, desapareció en 2010 y fue considerada muerta, aunque su cuerpo nunca fue encontrado, en un caso que conmocionó a Brasil.
El jugador llegó a ser absuelto por una decisión cautelar del Tribunal Supremo de Brasil y en 2017 volvió a jugar a fútbol con el Boa Esporte, club de la ciudad de Varginha, en el estado de Minas Gerais.
La medida, sin embargo, fue derogada ese mismo año y Bruno se entregó a las autoridades de la localidad de Varginha, donde fue detenido nuevamente.
Formado en el Atlético Mineiro, con el que debutó como profesional, Bruno jugó también en el Corinthians, aunque logró el éxito y la fama en el Flamengo de Río de Janeiro, con el que ganó el Campeonato Brasileño de 2009 y tres campeonatos cariocas, situándose entonces como uno de los mejores porteros del país.