El Eibar se hace con la Euskal Herria Kopa ante la Real en Tolosa

Un golazo de De Blasis y un Orellana en plan líder salvaron una tarde soporífera en Tolosa. Hasta aquí se llevó el partido de la Euskal Herria Kopa, que tiene un trofeo muy majo que se da un aire con la 'orejona'. Lo celebraron en la localidad guipuzcoana pero no los jugadores y técnicos, porque el césped de Berazubi, como otros muchos que pisan los equipos de Primera en pretemporada, estaba muy irregular y condicionó el amistoso entre Real Sociedad y Eibar, los finalistas por ser los que más puntos amasaron el año pasado en los derbis vascos. Dos jugadores tocados y un puñado de malos controles de los donostiarras cada vez que trataban de salir con el balón dominado dibujaron un partido irreal. Hasta en una maniobra txuri-urdin el balón golpeó en la espalda al colegiado. Al cambiar de poseedor (fue a pies armeros), Sagués hizo cumplir el reglamento y lanzó un bote neutral pero extrañamente prohibió a los azulgrana disputarlo. En la segunda parte dio un empujón a un Kike García que pasó una tarde de golpe tras golpe y estaba enfurruñado (cuidado con eso, que una colleja a Morata conllevó nevera). El punta manchego se ganó a pulso la tarjeta y la acabó viendo, en el 78, por desplazar un balón tras una falta.

Era el segundo partido en el plazo de tres días para ambos y eso condicionó las alineaciones. Ninguna de las dos tenía facha de ser la titular en la Liga que está a la vuelta de la esquina, se combinaban algunos primeros espadas y otros meritorios. La Real jugó este viernes en Irún ante Osasuna y no repitió ningún jugador (sólo dos jugadores en la convocatoria). Y Mendilibar limpió por completo la lista con respecto a la cita del jueves. Pese a que el derbi no tuvo gran interés, porque estuvo hueco de pasión y fútbol, el Eibar sí aprovechó para ofrecer más cosas de las que lleva dentro que su enemigo. Este sufrió un tormento con esa parsimonia con la que saca la bola desde atrás. La jauría azulgrana en la presión adelantada le robó la cartera un montón de veces y sacó una colección de contras, faltas laterales y córners. Eso sí, la Real encontró en una ocasión un balón al espacio, donde Isak, una centella, puso en evidencia a Bigas: 1-0.

Imanol volvió a insistir con un rombo, esta vez con Zubimendi cerca de los centrales, Odegaard y Zurutuza más abiertos y Roberto López de mediapunta como enganche, con Willian José e Isak en punta. En un córner, Orellana la puso muy templada y Oliveira, llegando completamente solo, hizo el gol del empate. Toda una noticia para él. A la media hora tuvieron que desfilar Willian José, por una sobrecarga, y Bigas, así que Mendilibar tuvo que reorganizar su defensa: puso a Calavera en la derecha, pasó a Cubero como central por su físico y Tejero ocupó la banda izquierda.

El Eibar seguía dominando, encontró más lo que quiere, aunque tampoco puso mucho a prueba a Remiro y las ocasiones se equilibraron en el tramo final. Orellana, el mejor, empezó por la derecha y luego se intercambió con De Blasis. En la segunda parte la final de la Euskal Herria Kopa se atascó un poco más, se enredó. Navas, en la rampa de lanzamiento a Pamplona, salió para la media hora final. Los armeros llegaron mucho por la derecha y en una de esas incursiones, Sergio Álvarez envió un centro bien calibrado. De Blasis lo recogió en el área, la bajó con el pecho y a bote pronto para que cogiera más fuerza le pegó plano al palo largo. Un golazo. Aunque el control era azulgrana, la Real halló otro balón a Isak, que al espacio es un portento. Este cedió a Odegaard, pero se durmió en un control en el que perdió la ventaja y a la hora de engatillar, se le echó Tejero encima. Zurutuza tuvo el empate en el 92', en una plancha que envió fuera.