Torrente: "Cuanto más grande es el equipo más difícil es el palco"
Natalia ha sido su rostro en beIN LaLiga los últimos tres años. Algo que combinaba con la comunicación coorporativa. Una historia siempre ligada al último ascenso del Rayo a Primera...


Ligará Natalia Torrente para siempre los últimos tres años cubriendo la información de los palcos para beIN Sports con el Rayo, aunque sea ella periodista a la que no le gustan las bufandas. Es por aquel accidente de moto, fue en mayo de 2018, la noche que el Rayo de Míchel ascendió a Primera. Es Natalia periodista de mirada directa que desarma. Lo saben bien Butragueño, Amor y Cerezo, todos aquellos que estos tres años se pusieron ante su micrófono morado. Si hay cosquillas, las encuentra. Muchos, sin embargo, no sabrán que, si sus fines de semana era con partidos, pantalla y Valdano ("de los mejores compañeros que yo he tenido en mi vida"), de lunes a viernes su tarea era la comunicación institucional de Mediapro. Y que todo comenzó con la carrera de informática.

"Se echa de menos a Valdano en el palco"
"Sí", ríe antes de contar. "Yo soy tengo el discurso totalmente opuesto al de "desde pequeño siempre quise ser periodista". Siempre "muy curiosa, observadora, abogada de causas perdidas", pero sin saber "muy bien qué quería hacer", a qué dedicarse el resto de su vida. Bachiller de ciencias, Informática, prácticas en Recoletos. "Cuando llegué allí el primer día entendí que yo quería estar al otro lado". Se pagó la segunda carrera trabajando en el Corte Inglés y como azafata de Ifema. Pasó por León ("Tenía prácticas en Castilla La Mancha pero mi padre enfermó y no me dejaban cambiar las fechas. Llamé a la Crónica de León. A lo loco. Nunca había estado allí pero llamé y les dije: "¿Yo puedo hacer las prácticas un poco más tarde que el resto?". "Mientras vengas sí"). Y se fue. Nada más llegar el redactor de deportes, Cesar Fernández Buitrón, la llevó a la calle, a entrevista al Cleba, y la enseñó el oficio. "Entrevista a la portera". Sin grabadora, sin papeles, con dos páginas en blanco para rellenar esperando en la redacción. “Aprendí que hay que documentarse mucho cuando vas a un sitio". Y que siempre hay que llevar libreta y grabadora.
Al volver a Madrid compaginaba estudios y trabajos. "Como estábamos en plena crisis, me dejé una optativa para seguir haciendo prácticas en los medios. En Gestiona Radio, radio económica, finalmente me contrataron, ¡tú sabes lo que yo estudiaba!, porque el deporte a mí me brota por las venas, pero informar sobre economía me costaba mucho más". Y por eso sus días eran muy largos, por eso trabajaba siempre de diez de la mañana a doce de la noche. Salía de una radio y se metía en otra, la de Marca. El salto a la tele también fue en aquellos años. Y tuvo padrino. "Miguel Ángel Méndez. En un piscolabis con la gente de Marca TV por Navidad me recomendó Miguel Ángel Méndez, que entonces era subdirector de la radio. Y empecé allí". Enseguida la pusieron delante de la pantalla. Era muy ilusionante pero… ¡qué mal lo pasé!. Recuerdo que llamé a mi madre y le dije: 'Oye, esto no me compensa". ¿Por? "Ha sido una experiencia maravillosa, pero yo quiero salir a la calle y buscar la noticia, estar donde ocurren las cosas, aprender, tener recursos... Ya habrá momento de hacer plató, si es que llega". Pero ella, hija de cocinero, ya estaba en su punto. Después lo demás vino solo. Pero siempre con una máxima: la exigencia.
"Y el feminismo. Hay que trabajar por la igualdad y explicar los grandes problemas a los que nos enfrentamos las mujeres sólo por serlo", dice y explica: "El feminismo no es lo contrario al machismo. Es la lucha por la igualdad. Que un hombre y una mujer tengan las mismas oportunidades". De sus tres años de palco ("una posición que es la más prescindible y la más ingrata y creo que también de las más difíciles: siempre dependes de otra persona") cuenta algo que no se sabe ("todas las que hacemos palcos en televisión, Carlota, Mónica..., tenemos que buscarnos los protagonistas. Entonces hay que ir a convencer a figuras del deporte, o las que te encajen en tu entrevista, y hacerlo. Y ese es el principal reto") y cómo llegó.
"Yo creo que mi perfil no lo he visto en ningún periodista deportivo salvo Ricardo Sierra que estuvo un tiempo haciendo la comunicación del canal de iEsport. Yo me paso a ese departamento, me adapto bien, encajo, veo otra forma de hacer periodismo, muy diferente, como un reto. Y creamos beIN Sports en Mediapro, y beIN LaLiga, Gol... Y yo les dije: "Es que yo soy animal de medios, de tele, de calle... y me encantaría poder hacer esto". Dicho y hecho. Los tres años de LaLiga en estos canales: "Cuanto más grande es el equipo más difícil es el palco". Lo que nunca olvidará, sin embargo, de esta época, le pasó en el primer día libre de la segunda temporada, cuando salía de Vallecas, último ascenso del Rayo a Primera, en 2018. "Había restaurado una moto de mi abuelo, una scooter de hacer 20 años y con ella fui a Vallecas en mi primer domingo libre". Estando allí una productora le llama. "Oye Nata, ¿no tendrás una esponjilla de Segunda?". "No, no tengo, pero sí una moto y puedo moverme". "Pues el productor de Cibeles tiene una. ¿Te acercas?". Se va Cibeles, donde el Madrid celebraba la Copa de Europa, vuelve, el Rayo asciende y cuando emprende el mismo camino de antes, ahora a casa, un coche se salta un ceda y la arrolla en la Avenida Barcelona.
"Yo no recuerdo. Sólo caer al suelo". Eso y algo que pasó en el hospital: aún con la camiseta del Rayo el enfermero no se la quito cortar. Sacrilegio. "Yo ya estaba mejor porque me habían metido mil calmantes pero al llegar me dicen: 'Oye, pero si vienes con la camiseta del Rayo... ¿Pero qué ha hecho?'. 'Pues ascender a los cielos, como yo". Fue lo único que no le rompieron. Rajados los pantalones, la chaqueta motera. "Esta camiseta la vas a tener que conservar", escuchó. Su dolor le costó, pero aún la conserva. Cuatro meses de baja y uno de rehabilitación que aceleró lo más que pudo: necesitaba volver a los palcos, a hacer periodismo.