Alisson se lesiona en el arrollador inicio del Liverpool
El conjunto 'red' se impuso en el marcador con una gran primera hora en la que se situó con un 3-0. Adrián San Miguel debutó por la lesión de Alisson.
Malas y buenas noticias para el Liverpool de Jürgen Klopp. Los campeones de Europa comenzaron la Premier League arrollando al Norwich City por 4-1 en Anfield, marcador que entraba en las quinielas, pero la noche dejó un sabor agridulce para sus aficionados tras la lesión de Alisson en la primera mitad, que a punto estuvo de abandonar el campo en camilla pero que al menos permitió debutar a Adrián.
Inaugurar tu regreso a la Premier visitando en Anfield quizás no sea la mejor forma de empezar la temporada. Algo así debieron pensar los jugadores del Norwich, que se fueron de uno de los estadios más emblemáticos del mundo dejando una buena sensación en ataque pero un mar de nervios en defensa. Los canarios, como se les conoce en Inglaterra, demostraron esas inseguridades con un primer gol en propia meta de Hanley a los 7 minutos al intentar despejar un centro, pero antes de que el árbitro pitase el descanso ya habían recibido tres más.
Primero fue Salah, que aprovechó una buena pared con Firmino para definir desde dentro del área pequeña, y poco después fue van Dijk, que remató con pasmosa facilidad un córner botado por el africano. Poco después de eso, el gran susto para los de Klopp llegó en forma de lesión para Alisson, que se hizo daño al resbalarse intentando sacar rápido de puerta y que se llevó rápidamente la mano a la rodilla. Eso le dio la oportunidad a Adrián, que podría tener que enfundarse los guantes más de una jornada dependiendo de lo que tenga el meta brasileño.
Para descongelar los ánimos del estadio, que aun así despidió y recibió a los dos porteros con una clamorosa ovación, Origi decidió aparecer completamente solo por el punto de penalti para conectar un cabezazo que volvió a evidenciar las carencias defensivas del conjunto de Daniel Farke, que apenas se ha gastado 4 millones en este mercado de verano.
En la segunda mitad, con la relajación de los locales, consiguieron crear alguna ocasión más, incluyendo un disparo al larguero, y Pukki, que había creado mucho peligro durante todo el partido, consiguió batir a Adrián con un disparo cruzado, aunque el Liverpool pronto volvió a imponer su dominio.