El Valladolid se impone al Sporting con el equipo 'B'

El Real Valladolid se impuso (2-0) en el partido de La Balastera, de Palencia, a un Sporting de Gijón que dio buenas sensaciones en el toque de balón, pero al que le falto profundidad y peligro. Los pucelanos resolvieron el encuentro en la segunda parte con dos bonitos goles de Enes Unal y Waldo que marcaron la diferencia.

Empezó el Valladolid, con un equipo que parece llamado a ser la unidad B, apretando, Unal probó fortuna rápido de cabeza y después San Emeterio en un disparo desde fuera del área. Con una novedosa formación de 4-3-3, los morados buscaron la portería de Mariño con verticalidad. Corral corrió un balón interior que le metió Waldo y su centro puso en apuros al exportero pucelano. El Sporting, por su parte, juntaba líneas, trataba de buscar la espalda de los laterales y comenzó a llegar al área contraria, pero sin inquietar a Caro. En el área contraria, Hervias quiso repetir gol de falta, como en aquel playoff de hace dos temporadas, pero en esta ocasión el meta asturiano detuvo el lanzamiento. Entonces, el partido entró en una fase en la que el balón se disputaba en la zona ancha, pero los porteros no intervenían. Eso hizo que hubiera más contactos y que los nervios estuvieran a punto de derivar en alguna trifulca, como la que se produjo nada más pitar el árbitro el final de la primera parte, sin mayores consecuencias.

La segunda parte empezó con un golazo. El de Enes Unal que se llevó el balón desde el medio del campo y soltó un zurdazo desde fuera del área que batió a Mariño, quien no pudo hacer nada. El turco fue protagonista e intentó varias jugadas de mérito. En la portería contraria Neftali creó peligro con un centro chut, como también estuvo a punto de empatar Babin a la salida de una falta, de cabeza, pero el balón se fue fuera. Con el Sporting buscando la portería de Caro, un balón en profundidad de Javi Sánchez buscando a Waldo le midió con Valiente en velocidad, el pacense se fue y batió a Mariño. Con el carrusel de cambios, el partido pareció un duelo de filiales en el que no hubo muchas más ocasiones, salvo el gran disparo que sacó Salvador desde la frontal que detuvo sin problemas Caro.