Le Normand sueña con “hacer grandes cosas” en la Real

Robin Le Normand es un tipo feliz. Aunque no lo aparenta, porque se define como “un tío serio”. Pero está muy contento y, sobre todo, muy “ilusionado” ante la que es su primer temporada como jugador del primer equipo de la Real Sociedad. “Tengo muchas ganas hacer grandes cosas en este club todos juntos”, sentencia convencido en declaraciones a la página web de la Real.

Robin Le Normand llegó hace tres temporadas a la Real Sociedad, sin hacer excesivo ruido y con unos inicios complicados. De hecho, en su primera campaña en el Sanse, el filial realista, nadie apostaba a que sería capaz de llegar al primer equipo, era un central normalito, que incluso se le veía sufrir en algunos partidos en Segunda B. “Soy de un pueblo pequeño de Bretaña de 1.500 habitantes, donde hay más vacas que personas.Comencé ahí con seis años y a los 11 me moví a un pueblo más grande hasta que llegué al Brest, mi primer equipo profesional”, explica. Y de ahí llegó su salto a la Real, de la mano de Eric Olhats, el descubridor de Antoine Griezmann. “Eric estaba viendo un partido del Brest, habló con mis padres y nos habló de la Rea. Nos gustó lo que nos contó, sabíamos lo de Griezmann y decidimos venir. Aunque al principio no fue sencillo. Porque la filosofía para cualquier central aquí es distinta, se le pide mucho juego con balón, pero mis compañeros e Imanol me están ayudando mucho”, señala.

Con trabajo llegó el momento clave de su incipiente carrera profesional, cuando Asier Garitano le hizo debuta en primera división en el Benito Villamarín contra el Betis la pasada temporada. Las bajas en el centro de la defensa le pusieron en la complicada tesitura de estrenarse en la élite, y cumplió con creces. “Fue algo especial, lo es para cualquier canterano. Lo hice al lado de Héctor Moreno y he aprendido mucho de él, pero también de otros jugadores como Xabi Prieto, que pasó toda su carrera aquí”, dice. Luego jugó otros cinco partidos más como titular en Primera antes de volver a bajar al filial para ayudarle a mantenerse en Segunda B. Ahora afronta el año con la firme intención de seguro evolucionado y demostrando su nivel. “No he hecho nada, esto caba de empezar”.

Le Normand reside en Astigarraga, una pequeña localidad de Guipúzcoa, famosa por su sidra y sus sidrerías. “Estoy muy contento, es un pueblo tranquilo que se ajusta a lo que quiero. Y además es que queda cerca de Zubieta también”. Porque el francés sólo tiene entre ceja y ceja triunfar en la Real para dedicarse al fútbol. “Quiero aprender en el día a día de mis compañeros, creo que es mejor, mi sueño es crecer aquí. Creo que este año vamos a generar mucha ilusión entre los aficionados”.