Jugar en la MLS, el sueño americano de Griezmann
El francés aspira a jugar en Estados Unidos y nunca ha escondido su admiración por David Beckham, dueño del Inter de Miami. "Mi futbolista favorito", dijo de él en su biografía.
Recién fichado por el Barcelona después de un año de paréntesis y titubeos, no hace falta decir que Antoine Griezmann es un futbolista de ambiciones, capaz de ir visualizando etapas y quemándolas sin mucho sentimentalismo y atendiendo exclusivamente a sus prioridades. El aterrizaje del Barça en Miami es recurrente para hablar de uno de los últimos objetivos que se ha fijado El Principito en su carrera. Jugar en Estados Unidos, país en el que tan pronto se le ha visto a Derrick Rose, su gran ídolo, como viendo un partido en la primera fila del Madison; o jugueteando en las canchas de entrenamiento de los Miami Heat. En su libro autobiógrafico, el francés desvela esa curiosidad: "Me siento bien en Estados Unidos. Cada casa tiene su bandera nacional, que es una manerade mostrar y reivindicar su orgullo patriótico. Me gusta la manera que tienen los estadounidenses de ver las cosas, y también esa mezcla con los negros, los chinos, los latinos... Podría jugar perfectamente jugar un día en Estados Unidos. A ser posible, en un club que posea franquicia internacional; eso sería lo ideal. No me corre ninguna prisa, tengo tiempo, no es cuestión de precipitarse. Pero me gustaría vivirla experiencia, vivir a la americana, impregnarme de esa cultura. Lo imagino a final de mi carrera,como Thierry Henry (...)".
La tormenta perfecta para Griezmann sería terminar en el Inter de Miami, equipo que David Beckham lleva fabricando varios años y que ya está dispuesto para ingresar en la MLS hasta el punto de tener dos jugadores fichados: Matías Pellegrini procedente deEstudiantes de la Plata y Julián Carranza, que llegará desde el Taladro, Banfield. El Inter de Miami jugará su primer año en Fort Lauderdale, pero ya construye un estadio en Freedom Park. Griezmann tampoco ha ocultado nunca que su futbolista favorito y unde sus modelos en estilo de vida es el Spice Boy: "Definitivamente, es mi jugador favorito. Es el único con el que me habría gustado jugar, aun cuando hoy, observar al alemán Mesut Özil es un regalo".
Griezmann ya estuvo este verano en el Hard Rock de Miami. No para jugar como hará este miércoles sino para visitarlo con el atlético Koke. Los dos amigos se enfundaron la camiseta de los Dolphins. Por entonces, el nuevo 17 aún no podía vestirse de azulgrana. La gira estadounidense podría hacer un último regalo a Griezmann. El Barça volará de Miami a Michigan para jugar en Ann Arbor, muy cerca de Detroit. Por los Pistons acaba de fichar este verano un tal Derrick Rose, que a sus 30 años estira una carrera marcadapor las lesiones en otra franquicia histórica y dominante a finales de los 80. Beckham, Rose, el encanto latino de Miami y el universitario de Michigan. La gira americana promete para Griezmann.