Injusta derrota de la Real Sociedad contra el Watford
Se adelantó Oyarzabal de penalti, pero remontó Gray en la segunda parte. Los donostiarras fueron de más a menos durante el partido.
La Real Sociedad perdió en su visita a Vicarage Road contra el Watford por 2-1 de forma inmerecida, en un amistoso que dejó en evidencia de nuevo que con el balón es un equipo temible, pero que cuando tiene que defender se convierte en un equipo poco fiable. Tiene trabajo Alguacil por delante para corregirlo, sino no le va a poder sacar brillo a tanto potencial ofensivo. Le volvió a pasar en Inglaterra, donde fue de más a menos, completando una primera parte más que aceptable, siendo superior al Watford y llegando al descanso por delante en el marcador. Pero en la segunda parte, dos jugadas mal defendidas, dos transiciones en la que volvió a sufrir en exceso, acabaron llevándole a la derrota, dando toda la gloria a Gray con su doblete. De poco sirvió el gol de penalti de Oyarzabal. Parece un castigo excesivo, pero el premio gordo de los partidos se gana en las dos áreas, no solo en la del rival.
Imanol Alguacil dio un paso en la preparación de su Real contra un rival exigente y más rodado porque comienza su temporada comienza antes. El Watford de Javi Gracia planteó otro tipo de dificultades, a las que los realistas tuvieron que responder con más concentración defensiva, seguramente el apartado en el que más tiene que mejorar. Porque arriba esta Real tiene pólvora, es un cañón que cuando tiene bien afinada la puntería, mata a cualquiera. Metafóricamente hablando, ya me entienden. Da igual que juegue Willian José o Isak, Portu o Januzaj, Oyarzabal u Ødegaard, Merino o Zurutuza... cada uno con su estilo le da a la Real todo el brillo del mundo en ataque.
Gracias a esa gran cantidad de variantes en ataque que tiene Imanol Alguacil, la Real se hizo acreedor de las mejores ocasiones desde el principio. El técnico oriotarra puso en liza un once que bien podría ser el que juegue en Mestalla en la primera jornada el 17 de agosto. Por supuesto, Remiro bajo los palos, probando eso sí a Zubeldia como central, y metiendo a Illarramendi y Merino en el doble pivote, con Ødegaard de enganche, Portu y Oyarzabal en las bandas, y por fin Willian José en punta de ataque. El brasileño, que no pudo jugar contra el Alavés por unas molestias musculares, debe apretar para que el recién llegado Isak no le quite el sitio como referencia ofensiva. ¡Y vaya sí lo hizo! Casi marca de cabeza a los dos minutos de partido, y luego participó en la jugada del penalti que adelantó a los realistas casi a la media hora de juego.
Fue Mikel Oyarzabal el que se pidió la pena máxima. Y el eibarrés, fiel a su estilo, no falló desde los once metros, extramotivado por todo lo que le ha rodeado en la última semana. De esta forma se reivindicó con otro partido marca de la casa, y demostró que la cabeza la tiene solamente en San Sebastián. En ese primer tramo del encuentro, la Real jugó muy seria, aplicada en tareas defensivas, intensa en cada una de las disputadas y sin dejar espacios entre líneas. Fue una Real con personalidad, que se lo hizo pasar muy mal al Watford, que apenas merodeó la portería de Remiro. Y en ataque Ødegaard demostró que ve lo que nadie es capaz de ver, ayudado también por la capacidad de desmarque que ofrecen por ambas bandas Oyarzabal y Portu. A ambos les falta, quizá, algo más de magia, pero su trabajo, apoyos y carreras al espacio son oro puro. Puede que faltara algo más de claridad en las acciones que intentaron los atacantes realistas, pero eso quizá también es achacable a la carga física que llevan acumulada, aunque Alguacil está controlando ese aspecto todo el verano, y su Real se está mostrando más fresca que sus rivales.
Lastima que nada más comenzar la segunda parte los donostiarras encajaran el gol del 1-1, a los tres minutos de la segunda parte, por medio de Gray, en uno de sus pocos desajustes defensivos hasta el momento. Pero lleva toda la pretemporada pagando muy caro esos despistes, y eso lastre su potencial ofensivo. A partir de ahí el partido entró en una fase más igualada, a la que tampoco ayudó en exceso el carrusel de cambios de este tipo de partidos del verano.
Pero esos cambios ayudaron a que la segunda mitad fuera una buena oportunidad para ver juntos a Isak y Willian José, algo que no había probado hasta ahora el técnico oriotarra. Aunque fuera sólo unos minutitos. Otra probatura más de esta pretemporada. Pudo marcar el sueco, pero su remate lo sacaron bajo palos los defensas del Watford. Fue la ocasión más clara de la Real en el segundo tiempo, en el que no fue tan incisiva como en el primer acto. El Watford asumió más riesgos, ya no estuvo tan replegado y tuvo un posicionamiento más agresivo sobre el césped. Eso llevó a que a la Real se le notaran las costuras en defensa, el aspecto en el que más tarea pendiente tiene Imanol Alguacil, como se vio en el 2-1 definitivo del equipo de Gracia, obra de nuevo de Gray. Después de que los donostiarras volvieron a perdonar lo imperdonable en el área rival, se le escapó el partido de nuevo en una transición mal defendida en la que le buscaron la espalda demasiado fácil a Sagnan. La posible falta a Guevara en el inicio de la jugada no puede tapar un nuevo desajuste defensivo que cuesta cara a los donostiarras. Fue inmerecido, es cierto; pero mejor que llegue ahora, para que de tiempo a corregirlo se cara al comienzo liguero.