LIBERTADORES
"Flamengo es tan grande como el Madrid o el Barça"
El español Pablo Marí (Almusafes, 1993) charla con AS tras conquistar Maracaná. En sólo unos días ha pasado de jugar en Segunda con el Depor a estrella en Brasil.
-¿Cómo se pasa de jugar en Segunda con el Deportivo a liderar la defensa de un histórico como Flamengo?
-Fue algo imprevisto, incluso para mí. Se hizo todo muy rápido. Una vez recibida la noticia de que querían contratarme, nos pusimos de acuerdo en solo dos días. Yo tenía claro que quería irme a jugar a Flamengo en cuanto surgió la posibilidad. Es un club enorme, con muchísimos seguidores. Un grande.
-¿Quién es el artífice del fichaje?
-El técnico, Jorge Jesus. Me dijeron que en la primera reunión que tuvo en el club tras firmar, cuando empezaron a planificar los fichajes, puso mi nombre encima de la mesa. A mí esto me sorprendió mucho porque no le conocía de nada, más allá de saber el gran trabajo que hizo en el fútbol portugués. Fue él quien me eligió a mí.
-Agradecido a Jorge Jesus, por lo tanto.
-Pues sí. Me habían hablado maravillas de él y lo he podido constatar ahora que estoy trabajando a sus órdenes. Es un técnico espectacular, se nota en cada entrenamiento. Tiene una gran mentalidad, además.
-¿Conocía la grandeza de Flamengo?
-Siempre sabes cosas, aunque a Europa no llegue toda la información posible porque es un fútbol que no se sigue a diario. Pero es Flamengo. Se conoce en el mundo entero. Además, hace poco jugaron una final continental y eso sí tuvo más repercusión.
-En su primer partido en el Brasileirao integró el equipo ideal de la jornada y en el segundo, en la vuelta de octavos de la Libertadores ante Emelec, hubo remontada final coronada en los penaltis. ¿Ha empezado fuerte, no?
-Pues sí. Aún estoy dándole vueltas al partido ante Emelec y a todo lo que lo rodeó. Fue increíble lo de los hinchas. No puedo describirlo. Estas cosas hay que vivirlas para entenderlas. Había un gran ambiente de remontada desde el principo, una sensación de final épico.
-Han trascendido imágenes espectaculares de la hinchada recibiendo al equipo y apoyándolo luego durante el partido. ¿Cómo lo vivió usted?
-Fue tremendo. Pocas veces un jugador vive algo así. Incluso siendo futbolista de Primera es difícil jugar encuentros de tanta emotividad. Salimos de la ciudad deportiva y la gente ya estaba animándonos. Nos iban siguiendo hasta Maracaná. Luego vino la entrada al estadio rodeados de tantísima gente. Y el partido también, claro, con 76.000 hinchas apoyando en todo momento desde la grada. Apoteósico.
-"La mejor hinchada del mundo", dicen de Flamengo. De hecho, la camiseta número 12 fue retirada precisamente como homenaje al hincha por su apoyo.
-Aquí la gente se toma muy en serio el fútbol, de verdad. La afición de este equipo vive por y para Flamengo. Es la más numerosa de Brasil, la que más seguidores arrastra. Se nota.
-Usted ha pasado de 8.000 seguidores en Instagram a 231.000...
-Es que todo en este club tiene una enorme repercusión. Flamengo es como el Madrid o el Barça. En cuanto a masa social está al máximo nivel, se puede comparar con cualquiera de los grandes clubes del mundo. Además ahora ha hecho una apuesta deportiva muy fuerte. Está habiendo una importante inversión económica.
-Han llegado Filipe Luis o Rafinha, gente destacada que proviene del fútbol europeo como usted. Además del técnico, Jorge Jesus.
-Eso habla de la importancia del proyecto. En cuanto supe del interés de Jorge Jesus por mí lo tuve claro. Tenía que decir sí o sí.
-Le hablarán mucho de Zico...
-Por supuesto. Zico es una especie de Dios para el hincha de Flamengo, un ídolo absoluto.
-¿Y de Vinicius? Él es la última joya salida del Mengao.
-De Vinicius también me hablan maravillas. Era un jugador muy importante y eso se sabía en el club desde que era un crío. En cuanto destacó un poco lo ficharon de Europa.
-Pese a toda esa grandeza de Flamengo de la que hablamos, sólo una vez (1981) ganó la Libertadores. Muy poco para una entidad así. ¿Es esta una buena oportunidad?
-Estamos en cuartos y vamos a intentar llegar lo más lejos posible. Va a ser difícil. En la Libertadores hay más nivel que en el Brasileirao y ahora mismo quedan con vida los mejores equipos. Pero nuestra mentalidad es clara: salir a ganar todos los partidos. Es lo que nos inculca el técnico y con esa determinación logramos remontar en octavos. Podemos competir por grandes cosas.