La Úrvalsdeild Karla se juega en un palmo de Islandia
Diez de los 12 equipos que conforman la Liga islandesa se concentran en una centésima parte de la superficie del país, entre ellos el Stjarnan, rival del Espanyol. Los otros dos son los colistas.
Desde Öskjuhlíd, el punto más alto de Reikiavik y mirador de toda el área metropolitana, se divisa sin problema Valsvöllur, sede del FC Valur, el centenario club más laureado de Islandia. Y, en un día soleado, seguramente se podrían señalar a simple vista los estadios de hasta diez de los 12 equipos que disputan la Úrvalsdeild Karla, la Liga islandesa.
Uno de los ejemplos es, naturalmente, el Stjarnan, ubicado en Gardabaer, que con algo más de 9.000 habitantes se encuentra a las afueras de la capital. Vecinos en unos cinco kilómetros a la redonda son el Breidablik, Kopavógur, Fylkir y el Hafnarfjödur. Y en el mismo Reikiavik militan el KR Reykjavik, como su propio nombre indica, y el Vikingur. Solo hay que tomar el coche unos 50 kilómetros para medirse con el Akranes y con el Grindavik.
Es decir, el 84 por ciento de los equipos de la Liga islandesa se concentran en un área de poco más de 1.000 kilómetros cuadrados, una centésima parte de la superficie que ocupa Islandia. Es como si 17 equipos de LaLiga española jugasen en Barcelona. Y la tendencia se mantiene en la segunda división.
Curiosamente, los dos únicos clubes que no son de los alrededores de Reikiavik, el Akureyri (al norte, a cinco horas en coche) y el Vestmannaeyjar (en las islas Vestman, se precisan cerca de tres horas e incluso un ferry para llegar) ocupan los dos últimos puestos de la Úrvalsdeild Karla. No parece fruto de la casualidad, y menos en una isla cuya densidad de población se limita al litoral, pues el interior es prácticamente inhabitable.