Puado, Wu Lei y Prieto evitan el Brexit del Euro-Espanyol

La misma lógica aplastante por la que el Sheffield Wednesday se llamó así debido a que el club se fundó un miércoles es la que llevó al Espanyol a mostrar su cara B, menos brillante y rítmica aunque digna, en el tercer y último amistoso del verano. Inmerso ya en la Europa League, fue el turno en el histórico Hillsborough de los jugadores menos rodados, que supieron sufrir, fueron a contracorriente, pero a los que salvaron de su particular Brexit los golazos de Javi Puado y Wu Lei y los paradones de Andrés Prieto.

En tres encuentros de pretemporada, dos amistosos y uno oficial (el 0-6 de Peralada, el 1-3 en Lens y el 4-0 al Stjarnan), había confiado David Gallego en 13 jugadores distintos para sus alineaciones, que ya había repetido dos veces. En Hillsborough estaba claro que la tendencia cambiaría, pues ocho de los titulares en la Europa League se quedaron directamente en casa. Pero el técnico lo quiso llevar al extremo: Bernardo fue el único de los 11 futbolistas que ya había formado en un equipo inicial. Y lo acusó un Espanyol mucho más espeso, descoordinado, ante un Sheffield Wednesday que se presentaba ante su público y que esta semana entrante se estrena ya en la Championship. Pero, seguramente, esa era la idea.

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Era como si Gallego, consciente de que se trataba de un amistoso cuya misión es acumular rodaje, les hubiera instado a insistir. Ensayo, error, error, y así hasta el acierto. Sucedió en la atropellada salida de balón, siempre tomando riesgos, que el Sheffield Wednesday devoró de inicio y hasta avanzarse en el marcador, a los 24 minutos, en un cabezazo de Fletcher a centro estético y efectivo de Bannan, omnipresente en la creación de su equipo. Para entonces, Reach se había topado por partida doble con Bernardo y con Prieto, que le desbarató un mano a mano.

El portero fue, lógicamente, uno de los diez debutantes en la titularidad, junto a Matías Vargas, Marc Roca y Wu Lei, reservas anteriormente por motivos no técnicos, y también con Pipa, Dídac, Iago Indias, Iturraspe, Nico Melamed y Puado. Este último fue el encargado de despertar al Espanyol tras el 1-0. Primero, en un estupendo pase en profundidad a Wu, y en la acción siguiente, convirtiendo en golazo un disparo con la diestra desde el vértice izquierdo del área, que entró por toda la escuadra de Westwood. Hillsborough no tuvo dudas: aplausos de inmediato.

También honores se llevó Prieto, quien en la reanudación acabó por despojarse de todos los nervios para seguir salvando los muebles del Espanyol, ante Reach y acto seguido en un testarazo a bocajarro de Rhodes, con quien se reencontró a 20 minutos del final en una acción directa. Pudo destacar el guardameta, no tanto el ‘Monito’, apagado como el lluvioso día, ni Roca, más un aguerrido ‘stopper’ esta vez.

Steve Martin, el árbitro, no el actor, incluso perdonó alguna tarjeta al del Penedés. Y algo más, un penalti, obvió en el área del Espanyol entre Pol Lozano y Rhodes, al que el canterano empujó visiblemente. Pero ya no ignoró un claro agarrón de Bernardo sobre el mismo delantero: penalti. Esta vez Prieto no pudo hacer nada ante la ejecución de Forestieri. Como no pudo Westwood evitar otro golazo, el definitivo 2-2, que anotó Wu Lei desde la frontal, y que celebró el numeroso público chino congregado en Hillsborough. Los tiempos cambian.