Maxi: "Soy un ‘9’ que necesita goles para alimentarse"
La vida del delantero uruguayo del Valencia cambió cambió con 17 años cuando lanzó el último penalti de una tanda contra Lanús.
Maxi Gómez (Paysandú, 1996) da las gracias a cada club en los que ha jugado hasta llegar al Valencia. Su vida cambió con 17 años cuando lanzó el último penalti de una tanda contra Lanús. "Si lo llegó a fallar, a estas horas estoy jugando en mi barrio". El 14 de agosto cumplirá 23 años, una edad perfecta para hacer carrera en el Valencia.
¿A quién le dedica su primer gol con el Valencia?
A mi familia, a mi señora… aunque todos mis goles importantes serán para ellos. Ellos forman parte de todo eso y espero que lleguen muchos, porque soy ‘9’ necesita goles para alimentarse.
¿Cómo es Paysandú?
Es una ciudad única, siempre quiero estar ahí. Tiene 90.000 habitantes. Se le conoce también como La Heroica.
Ahí empezó todo.
Así es. Allí jugué en varios equipos de la ciudad. El primero Huracán, tenía 4 años, mi hermano mayor me llevaba a entrenar. Luego pasé un año por Estudiantil, que me abrió las puertas. De ahí pasé a Centenario, donde también me trataron fenomenal, y en cancha grande ya fui a Litoral. De allí a Defensor.
¿Siempre delantero?
Sí, siempre. Ahí me pusieron y ahí me quedé. Lo del fútbol me viene de familia. Todos en ella jugaron. Somos muy futboleros.
¿Está lejos de Montevideo?
Está a cinco horas de distancia. Eso fue lo peor de irme con 17 años a la capital. Yo siempre he estado muy unido a mi familia y en esa época los veía solo una vez al mes.
¿Y cómo llevó esa distancia?
Los extrañaba, la verdad. Pero tenía un sueño que cumplir y ahora todos disfrutamos de ese sueño. Nunca me había imaginado que iría a jugar a Montevideo al fútbol profesional. Por suerte tenía amigos en la capital. En Defensor estaba Kevin Larrea, que también es de Paysandú. Él me ayudó muchísimo.
Su primer gran año fue 2015.
Así es. Nunca lo olvidaré. Fue cuando me permitieron dar el salto de la Cuarta División a la Primera. Muy agradecido a Juan Tejera por su confianza.
E inolvidable su primer gol contra Lanús.
Y tanto. Fue un gol fundamental. Nos enfrentábamos a Lanús y nos jugábamos el pase en los penales.
Usted lanzó el quinto.
Llegó la tanda y Andrés Fleurquin, que era un histórico defensor de Defensor, me preguntó si yo quería patear. Le dije que sí. Yo solo tenía 17 años pero me veía con confianza. Pero luego el entrenador (Juan Tejera) empezó a dar el orden de lanzadores y me nombró quinto. Ahí ya sí le di importante (ríe). Si erraba el penal… nos quedábamos fuera. Lo marqué y todo cambio.
Dice que todo cambió, ¿qué le supuso ese penalti?
¡Me supuso todo! Si fallo ese penal estaría ahora jugando en Paysandú. Ese penal fue muy celebrado y recordado. A partir de ahí empecé a ser titular y acabamos siendo campeones en Uruguay, algo que es muy complicado de conseguir sin ser de Nacional o Peñarol.
Juan Tejera comenta que usted era el primero en llegar a los entrenamientos y el último en irse.
Sí. De chico confieso que era un desastre, no iba nunca a entrenar. Pero de profesional cambié y me di cuenta de que tenía que ser constante. Iba el primero, me iba el último y si erraba un gol, al día siguiente lo miraba y entrenaba todos los movimientos para no volver a errarlo. En Defensor di todo lo que tenía y la gente me lo agradeció con cánticos el día que me iba.
¿Por qué se decidió por el Celta?
Había rumores de Italia, pero mi primera opción siempre fue el Celta. Me venía bien en España.
¿Le costó adaptarse?
La verdad es que no. No esperaba venir y ser titular en el Celta. Muchos jugadores que habían estado en Europa me decían que los primeros meses eran difíciles, que entrenara bien y me adaptara, pero no fue el caso. Desde el principio me sentí bien y una semana antes se lesionó un compañero en el Celta y el entrenador confió en mí.
¿Tuvo algo que cambiar de su juego?
Cambié cosas, claro, el fútbol no es igual en Uruguay que en España. El tema del peso sobre todo. Yo en Uruguay jugaba con más peso y aquí tuve que bajar, porque el físico aquí es muy importante.
Pues Marcelino es de los que mira mucho el peso.
Lo sé. Y me parece perfecto. Yo acá estoy bien, me siento bien con mi físico.
¿Qué se ha encontrado en el Valencia?
Muchas cosas. Es otro mundo. Muy bien con los compañeros, que me dan aporte y confianza en el día a día. Feliz por estar en un club como el Valencia.
Creo que ha recibido consejos de Nico Oliveira…
Así es. Hace unos días me llamó Nico (Oliveira). Yo formé parte del plantel en el que jugó él. El día que se retiró yo estaba en el campo. Me llamó para darme algunos consejos de Valencia. Sé que por Valencia han pasado varios uruguayos. Cada uno con su historia. Yo espero hacer la mía y ser importante en el Valencia.
¿Qué le pide Marcelino?
Cada entrenador tiene su estilo y hay que adaptarse. No he hablado mucho con Marcelino. Sé que es exigente y eso me encanta.
¿Por qué se decidió por el Valencia y no por el West Ham?
Porque el Valencia es un equipo que me gusta, me encanta LaLiga, una vez me lo nombraron dije “sí”. Es un equipo grande, con historia y juega muchas copas. Yo no hablaba con los clubes. Lo llevaba mi agente y mi hermano. Pero lo tenía claro.
Le vincularon al Barcelona y al Atlético, además de al Valencia y West Ham; los ingleses estaba dispuestos a pagar 50 millones… ¿todo ese ‘ruido’ no le marea?
En el tema de plata intento no meterme. De esos temas se encargan mis hermanos y yo trato de jugar al fútbol que es lo que me gusta. Todo ese ‘ruido’ del que me habla me llegó cuando estaba con Uruguay y yo solo me dediqué a prepararme para la Copa América. Decidí el Valencia y encantado de estar acá.
Hablando de Uruguay, imagino que con ganas de que Luis Suárez y Cavani decidan colgar las botas…
(Ríe) No, no. Para mí Uruguay tiene la mejor delantera del mundo. Yo aprendo con ellos en cada entrenamiento y en cada charla. En Uruguay se habla que soy el sucesor de Luis Suárez. Eso es todo un honor… pero les queda aún mucho fútbol a los dos.
Por curiosidad, ¿con qué equipo jugaba la Champions en la Play?
Con varios, no tenía uno fijo; pero lo realmente importante es que ahora voy a jugar la Champions League de verdad con el Valencia. ¡Qué ganas tengo!
El 14 de agosto cumplirá 23 años, una edad perfecta para hacer carrera en el Valencia.