El Celta se gusta con un triunfo de Champions

EI año pasado el Celta no ganó ningún partido antes de empezar LaLiga y este verano lleva dos de dos. El segundo triunfo tuvo un valor especial por la entidad del rival, el subcampeón francés, y por el buen juego ofrecido ante el Lille. El marcador lo desequilibró Pione Sisto, ese jugador que busca reencontrarse dentro y fuera de los terrenos de juego. Todo fueron buenas noticias para los celestes a tres semanas de abrir el curso ante el Real Madrid.

En su intocable 4-4-2, Fran Escribá situó a Brais y a Denis en las bandas. Supervisados desde la delantera por su tutor Iago Aspas, los dos interiores exhibieron sus catálogos de recursos técnicos y fabricaron la primera ocasión, con pase de Suárez y remate de Méndez.

La primera parte tuvo un ritmo intenso, con el Celta presionando arriba y el Lille siendo incapaz de imponer su mayor rodaje. Este encuentro era el sexto de los galos en esta pretemporada. Su única ocasión en los primeros 45 minutos llegó tras una pérdida céltica en la salida de balón y Araujo estuvo a punto de castigarla con un ajustado remate.

En el orden y calidad celeste, la chispa la puso como siempre Aspas. Estuvo a punto de abrir el marcador en un tiro de falta y a continuación volvió a rozar el gol al recibir un buen pase de Denis. Esa acción acabó con un espectacular remate acrobático de Brais, especialmente inspirado.

Villar

Solo realizó un cambio Escribá al descanso. Dio entrada a Iván Villar en la portería y el meta de Aldán no tardó en reivindicarse con una valiente salida a los pies de Rémy. Esa intervención había sido lo más destacado de una segunda parte más plana hasta que Aspas tiró de galones. El ‘10’ detuvo el tiempo dentro del área, buscó a Beltrán y el remate mordido del pivote lo empujó a placer Sisto.

El tanto premió el buen partido del Celta, que volvió a tener a Villar como salvador en la mejor oportunidad del Lille en el tramo final.