El Stjarnan, impresionado con Cornellà-El Prat, no estará solo
Entre 50 y 100 seguidores poblarán la grada visitante para animar a un equipo islandés que, tras el entrenamiento del miércoles, destaca el calor y la humedad del estadio. "Será duro, tendremos que defender un montón".
A las diez de la noche pasadas, y con el horario todavía alterado respecto a Islandia, pese a que solo se llevan dos horas de diferencia y de que aterrizaron el martes a primera hora en Barcelona, cenaba la plantilla del Stjarnan este miércoles en el hotel de concentración, situado a escasos dos kilómetros de Cornellà-El Prat. Aturdidos, y no solo por el leve ‘jet-lag’, pero con una sonrisa permanente por su inminente enfrentamiento con el Espanyol de este jueves a las 21:00.
“Va a ser una enorme experiencia futbolística, sobre todo para los más jóvenes”, explicaba a AS una de las voces autorizadas del vestuario, quien recordaba que hace un año, el 2 de agosto de 2018, el Stjarnan jugó en el Parken Stadion, también en las previas de la Europa League, ante el FC Copenhague, pero que Cornellà-El Prat supera su capacidad. “Salvo los que ya estaban cuando el equipo jugó en el Giusseppe Meazza (en 2014, contra el Inter de Milán), para la mayoría este es el estadio más grande donde jamás hemos jugado”. “Pero no estaremos solo, vendrán entre 50 y 100 aficionados desde Islandia”, apuntan desde la expedición oficial, que ya por sí sola reúne a una cuarentena de personas entre futbolistas, cuerpo técnico y ‘staff’.
Tras la primera toma de contacto con el terreno de juego, la impresión estaba clara: “Hacía mucho calor. En Islandia llevamos días con muy buena temperatura, entre 15 y 20 grados, pero nada que ver con esta humedad”. Y la de este jueves será, además, la primera vez que jueguen de noche en los últimos meses, debido al sol de medianoche de Islandia, por el que durante semanas no se ponía el sol o lo hacía muy tarde.
Porque el fútbol ya merece otra mención: “Va a ser duro, vamos a tener que defender un montón, el Espanyol es un rival inmensamente superior… Pero hay que jugar”, advierten. Si el Stjarnan ha llegado hasta aquí no es para rendirse.