El Raja asusta a un Leganés que no pasa del empate en Tánger
Los locales tuvieron las ocasiones más claras durante un inicio de zaga experimental. Sólo Arnáiz y Sabin rondaron la meta rival. Segundo partido en la historia del Lega en el extranjero.
El Leganés empató a cero su tercer partido de pretemporada frente al Raja Casablanca. Fue éste el primero de los dos choques que los madrileños disputarán en Marruecos el tiempo que dure su estadía de una semana en tierras norteafricanas. Tablas aburridas hasta el extremo que apenas dejaron espacio más que para el bostezo y la imprecisión. Fueron superiores los marroquíes en el inicio, pero su falta de tino cuajó maridada con su ausencia de calidad. Sobró ímpetu. Faltó acierto. Híbrida fórmula que rescató a los pepineros de perder por primera vez este verano, pero que apenas dejó espacio para los titulares optimistas.
Se embolicó el Leganés en un arranque anómalo, con una defensa otra vez de cinco inquilinos experimentales que concedió boquetes en abundancia por dónde se colaron los marroquíes. Sólo Tarín y Bustinza formaron en sus oficios habituales. Pellegrino, famélico de recursos todavía en ciertas posiciones, tiró de Mejías -un central- como carrilero diestro (aún no puede usar a los recién fichados Marc Navarro y Rosales), Kravets -un lateral- de central zurdo y Szymanowski -un extremo- por el carril izquierdo. La idea naufragó a lomos del ímpetu local. Y eso que era el primer partido de pretemporada del Raja. Parecía lo contrario.
El Lega, ya rodado en dos encuentros de verano pretéritos, persiguió la bola frente a una abundante posesión local que acabó en hasta cinco ocasiones claras. Brahim (14’) y Moutouali (28’) perdonaron las más evidentes. Goles cantados en los que el abismo de calidad entre uno y otro equipo se hizo carne y alivio en los pepineros. Los madrileños estrenaron segunda equipación y también falta de puntería. Arnáiz en el 35’ tuvo el único amago de gol español del primer tiempo. La bola termino lejos de las vacías gradas. El IBN Batouta de Tánger apenas registró 5.000 espectadores de sus 45.000 butacas. Aquí se jugó hace un año la Supercopa de España entre Sevilla y Barcelona y aquí disputó hoy el Lega su segundo partido en el extranjero de su historia. El anterior fue hace un año ante Olympiacos en Atenas. La cosa también acabó con empate a cero.
Los cambios y el descanso vitalizaron a un Lega que, eso sí, se perpetuó en el vicio de mostrarse romo en ataque en la segunda mitad. Arnáiz de nuevo fue el autor del único acercamiento decente (lejano, pero decente) en un equipo que al menos taponó la hemorragia defensiva impulsado por la incapacidad local. El Raja dio hasta donde pudo. Y no fue poco. Los últimos diez minutos se tiñeron de inocua posesión española en la que solo Sabin Merino, con un leve cabezazo y un remate de primera, rasgaron la atmósfera con algo parecido a un ‘¡Uy!’. La profundidad de Avilés, el poso de Facu y los galones de Siovas fueron las únicas buenas noticias que dejó una segunda parte de infame recuerdo. Como la primera. Tedio norteafricano para olvidar. Y que sea rápido, por favor.