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OSASUNA

Manita de Osasuna y lesión de Herrando en Amorebieta

El cuadro rojillo sólo sacó la apisonadora cuando el partido se fue abriendo y después de un penalti inexistente. Cardona ya marca como rojillo. Un equipo para cada parte.

Actualizado a
Aridane, por los suelos
OSASUNA

La toma de contacto de Osasuna con un partido tras su regreso a Primera fue un bolo ante el Promesas, con formato de 90 minutos pero que envolvía un entrenamiento contra los meritorios rojillos. El segundo compromiso elevó un poco la exigencia: el Amorebieta de Segunda B. El equipo de Arrasate se infló a meter goles (5), pero el resultado es engañoso (2-5), ya que hasta el minuto 64 no pasaba del empate, y, además, gracias a un penalti de chiste que se inventó el árbitro, de Beñat Alonso a Javi Martínez. El choque fue muy extraño, típico de este mes-locomotora que debe tirar de los equipos hacia una larga temporada. El ambiente estaba caldeado como si un secador gigante soplase tras cada portería, el césped lucía calva por algunos tramos y cayó una tromba de agua antes de la media hora de juego. Al margen del penalti de broma, hubo un par de goles de rara factura, como el 2-4, un córner en el que David García remató al larguero y Aridane se encontró el rechace para llevar el cuero a la red. O el tanto que ponía el broche, de Cardona, un tiro sencillo pero con manos blandas del meta local, de tal forma que el balón cogió una parábola diabólica que se acabó colando en su madriguera. Eso sí, a cambio Torres lanzó un penalti como sabe de forma magistral y Mérida, en una gran jugada con triangulación rápida y asistencia de Javi Martínez, tuvo sangre fría con una vaselina de artista en el 2-3.

Suele decirse que a este tipo de partidos se les pide principalmente que no haya lesionados. Pero cayó Herrando por un problema muscular, en el 18, que no parece serio. Arrasate puso prácticamente dos equipos para cada parte, con Aridane cubriendo algo más de tiempo por esa indisposición. Eso sí, mantuvo a Sergio Herrera los 90 minutos. A Osasuna le costó entrar en faena. Tuvo claros y sombras, como el cielo en Bizkaia. Cinco defensas del Amorebieta, con muy buena presión arriba y las líneas juntas, le dejaban siempre en fuera de juego. Chimy Ávila estaba desesperado porque no agarraba ni un pase bien filtrado en posición legal. Los pamplonicas se aceleraban, querían ir al espacio pero sin atraer antes a la defensa. El peligro morado llegaba desde las altas, mientras que los rojillos combinaban bien por dentro pero les faltaba calibre en el pase definitivo. Amorrortu dio un gran pase a Aldalur, que sorprendió a la zaga navarra: 1-0. Desde la frontal lo intentó Ávila tras un centro de Barbero, su compañero de fatigas en punta, pero el ex del Huesca le dio con mala postura. Villar aprovechó una duda de la zaga del equipo que prepara Iñigo Vélez de Mendizabal para empatar.

En la segunda parte, con los cambios, se abrió el partido y Osasuna fue muy superior, aunque otro gran centro, por la izquierda de Seguín, permitió peinar a Ekain y dejar con el molde a los centrales David García y Aridane. El balón dio en el palo y se coló en la meta de Herrera. Los cinco goles animaron un choque en el que Osasuna dejó claro en el tramo final la diferencia de categoría, sobre todo cuando entran las rotaciones. Atacó con más sentido y por momento gozó del amistoso. Eso sí, la tropa recién ascendida volvió a mostrarse igual de combativa que el año pasado en Segunda. en el segundo con más sentido y disfrutar por momentos. Ahora, a amarrar al central, que es la prioridad, "al mejor que podamos", explicó Arrasate en Urritxe. Raúl Navas está cerca. "Si hay que esperar, se hará, lo que no podemos es equivocarnos, es la Real la que tiene que dar el paso. Si sale, nos interesa".