El Hércules ya suda y a Portillo le faltan dos fichajes por cerrar
Planagumà arrancó ayer la pretemporada con cinco caras nuevas. El director deportivo necesita un jugador de banda y un mediapunta.
EI Hércules ya suda bajo las órdenes de Lluís Planagumà. El nuevo proyecto arrancó ayer, con solo cinco caras nuevas y muchos viejos conocidos del curso pasado. Javier Portillo ha querido mantener el bloque que se quedó a un paso del ascenso y ha apostado por intentar darle un salto de calidad a determinadas demarcaciones. Rubén Ualaloca, Rulo, Felipe Alfonso, Yeray y Traoré se enfundaron ayer por primera vez la camiseta del Hércules. El resto del equipo y del cuerpo técnico es casi idéntico al del curso pasado, como si el tiempo no hubiese pasado.
La plantilla se sometió a primera hora a las pertinentes pruebas médicas. Por la tarde, se llevó a cabo la primera sesión en el césped de la pista de atletismo, ya que el Rico Pérez ha sido resembrado y se le mimará hasta casi el inicio de la Liga. La sesión de ayer fue una mera toma de contacto. Hoy empieza lo duro, aunque los primeros amistosos llegarán la próxima semana.
Mientras la plantilla sudaba, Javier Portillo no se despegó de su teléfono móvil. El director deportivo tiene prácticamente cerrada la plantilla, aunque le faltan dos guindas que deben darle un salto de calidad. Portillo necesita un hombre de banda y un mediapunta para dar por finiquitado su proyecto.
El Hércules tiene 15 de las 16 fichas profesionales ocupadas y todavía necesita dos refuerzos para apuntalar la plantilla, por lo que la puerta de salida está abierta. En principio, el club tendrá que negociar la rescisión de Juli para dar cabida a las dos incorporaciones que faltan. El jugador alcoyano firmó dos años con opción a un tercero que se renovó de forma automática, por lo que ahora tocará negociar para rescindir.
Portillo y Planagumà quieren acertar en los dos fichajes que restan porque. Tras la salida de Chechu, se busca un recambio de ese perfil, capaz de desequilibrar en banda. También se precisa un jugador de segunda línea, el puesto que estaba reservado para Miguel de las Cuevas, ya en el Córdoba.