Con Girona en el destino
Bernardo invierte el trasvase de jugadores del Espanyol, 15 jugadores solo en una década, a un Montilivi que auparon a la elite. Todo comenzó en 1975.
Bernardo Espinosa, que ha aterrizado en el Espanyol en calidad de cedido en virtud a una cláusula del contrato que le permitía liberarse si el Girona bajaba a Segunda, es la excepción que confirma la norma. Y esa regla histórica reza que es el club de Montilivi el que se ha beneficiado continuamente de futbolistas del Espanyol, que por voluntad propia se los facilitaba, especialmente en la última década. Una colaboración que no se corresponde con las controversias vividas durante el paso de los rojiblancos, de dos temporadas, por la Primera División.
Hasta 15 jugadores con pasado blanquiazul llegaron a actuar como locales en Montilivi en los últimos diez años, la inmensa mayoría a préstamo. El primer caso fue el de Juanma Hernández, procedente del filial, en el verano de 2009. Lo siguió todo un referente como Ángel Martínez, que al fin pudo ser profeta en su tierra en 2010. Y un año más tarde llegó el turno de Dani Nieto, delantero, que como el resto contribuyó a que el Girona dejase de dar vaivenes para estabilizarse en Segunda.
Tras un pequeño paréntesis, en la temporada 2014-15 llegaron a Montilivi los ‘Cristian’, Cristian Gómez y Christian Alfonso. Y al curso siguiente lo hicieron no uno ni dos sino tres pericos: Carlos Clerc, Jairo Morillas y Germán Parreño. La colaboración del Espanyol con el Girona fue tal que en verano de 2017, con los rojiblancos a punto de debutar en Primera, estuvo a punto de formalizarse la cesión de Felipe Caicedo, quien finalmente se decantó por marcharse al Lazio.
En esta última década, también recalaron en el Girona otros jugadores de pasado blanquiazul, como Pol Llonch, justo después de desvincularse, Héctor Simón, David García, Ferran Corominas, Moisés Hurtado, Mohamed El Yaagoubi, Jofre Mateu y, por supuesto, Cristhian Stuani.
Pero la cooperación ni mucho menos se ciñe a la era Cornellà-El Prat, ya que por ejemplo en 2003 llegó al Girona Alfred Argensó, un año más tarde Sergio Postigo y, en 2006, lo hizo Jordi Xumetra, que acabaría convirtiéndose en un símbolo gerundense. Incluso hace tres décadas, en 1987, Cristo Jiménez.
La colaboración se remonta al menos hasta 1975, un verano en el que el Espanyol cedió la friolera de siete jugadores al Girona. Además de Paco Flores, vivieron el trasvase Duran, Mena, Gómez, Villaronda, Amador y Mas. El ánimo de cooperar esta tal que el club perico también había ofrecido a Sarabia, Cunillera, Navas, Huerta, Marín, Balmes y Jordi. En total, 14 futbolistas. Con Girona en el destino.