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El PSG cambia radicalmente su política de fichajes

El conjunto parisino, con la vuelta de Leonardo, ha decidido dejar de fijarse en estrellas mundiales para centrarse en futbolistas menos mediáticos.

El PSG cambia radicalmente su política de fichajes
BERTRAND GUAYAFP

La llegada de Nasser Al-Khelaïfi a la Ligue 1 de la mano del PSG supuso un antes y un después en el campeonato francés. El conjunto parisino, que estaba sumergido en una crisis, encontró en el jeque un impulso para potenciar París como ciudad importante en cuanto a fútbol se refiere. Ocho años después de su llegada, el PSG ha tenido que dar un giro radical a su política de fichajes para asaltar el deseado trono de la Champions League.

Sin duda alguna, al PSG se le ve más como una marca que como un aspirante real a conseguir la orejona. Prueba de ello son los fichajes millonarios de Thiago Silva, Edinson Cavani, Zlatan Ibrahimovic, o los más recientes de Kylian Mbappé o Neymar Jr. Jugadores que han agigantado la superioridad del PSG en la Ligue 1 pero que no se ha materializado en un título europeo. Al-Khelaïfi, consciente de ello y con Neymar con un pie fuera de París, ha decidido cambiar radicalmente la política del PSG, poniendo el punto de mira en hacer un sólido equipo de fútbol, en detrimento de la marca.

La vuelta de Leonardo, clave para entender el cambio

Leonardo volvió a la dirección deportiva del PSG con un objetivo bastante claro: devolver la estabilidad al PSG tras varias temporadas muy convulsas. Cierto es que traer a Neymar y Mbappé había sido una revolución total para París, como también que el PSG se centró única y exclusivamente en fichar estrellas mundiales, sin potenciar su cantera o ensamblar un equipo compacto para poder afrontar el tramo decisivo de la temporada sin altibajos.

La mala relación entre Antero Henrique y Thomas Tuchel la temporada pasada fue uno de los principales detonantes de que el PSG no pudiera evolucionar en cuanto a proyecto. Henrique realizó fichajes muy extraños, como los de Choupo-Moting o Kehrer, ambos no avalados por el técnico alemán y que dinamitaron mucho la planificación deportiva del equipo parisino. Y no solo eso, sino que Paredes, fichaje estrella del mercado de invierno del PSG, ni tan siquiera fue titular con Tuchel en los octavos de la Champions League en detrimento de Marquinhos, lanzando un claro mensaje a la dirección deportiva de que las cosas no se habían hecho de la mejor forma. Por ello, Leonardo, que ha fichado a Ander Herrera y Sarabia, le está preparando un equipo a Tuchel para afrontar con muchas más garantías la fase final de la próxima temporada.

Por fin encuentra un recambio a Matuidi y Motta

Una de las cosas más incomprensibles de la política del PSG en los últimos años fue no encontrar un sustituto de Matuidi y de Motta. Es más, Tuchel, ante la falta de efectivos en medio del campo, tuvo que emplear a Draxler o Dani Alves en determinados momentos de la temporada para cubrir el vacío que había dejado el PSG en la zona ancha del campo a la hora de fichar.

Tanto Matuidi como Motta fueron pilares para Laurent Blanc en el PSG y, junto a Verratti, formaron uno de los “trivotes” más completos del fútbol europeo. Cuatro años después de la marcha del técnico francés, el PSG ha decidido fichar a dos futbolistas que perfectamente le pueden dar un plus a Tuchel en zona ancha: Ander Herrera y Pablo Sarabia.

Ander Herrera es el futbolista que le faltaba al PSG en el centro del campo. El ex del Athletic se ha consagrado como un medio centro total en la Premier League. Roba balones, organiza, presiona… Ese perfil de jugador no lo tenía el PSG desde que Matuidi decidiera marcharse a la Juventus. Por ello, el fichaje de Ander, a coste cero, supondrá un salto cualitativo muy grande para el PSG en el centro del campo, una posición que deseaban los aficionados del Parque de los Príncipes fuera ocupada por un jugador de contrastada solvencia.

Por otra parte, Pablo Sarabia llega para darle un plus al PSG en la zona de los “media puntas”. Tuchel siempre ha manifestado que no quiere jugar con extremos, y acoplar al ex del Sevilla a una zona intermedia, con Verratti por detrás filtrando pases entre líneas para habilitar a Mbappé, puede aportar mucho. En suma, tener a un jugador tan polivalente y con tan buen rendimiento en las últimas temporadas, supone un salto importante para el PSG.

El PSG, además, había añorado en los últimos años el fichaje de un central que pudiera complementar bien a Marquinhos y Thiago Silva. Cierto es que irrumpió Kimpembe y que se fichó a Kehrer, pero ninguno de los dos ha dejado un rendimiento acorde a lo que exige la Champions League. En consecuencia, fichar a Abdou Diallo procedente del Dortmund por 32 millones de € supone una gran noticia, ya que es un central que puede jugar de lateral izquierdo y, en el sistema de 3 centrales de Tuchel, podrá jugar a campo abierto y sacar la pelota jugada con solvencia. Y Tuchel es de los que les gusta dormir el partido con la pelota para después masacrar en campo rival.

Temporada decisiva para Tuchel en París

Thomas Tuchel afronta su segunda temporada en París con una presión importante. Son ya tres las temporadas en la que los parisinos no superan los octavos de final de la Champions League y la paciencia se va agotando. Por ello, su segunda temporada se prevé clave para evaluar donde está el techo del PSG de Tuchel.

A pesar de que su primera temporada no finalizó de la mejor forma posible -solo ganó la Ligue 1-, Tuchel ha modelado un PSG con firma alemana. Su flexibilidad táctica para jugar con varios sistemas de juego, su adaptabilidad al contexto partido y, sobre todo, su toma de decisiones en varios tramos de la temporada ilusionó a los aficionados del PSG, que pensaron que Tuchel “sí era el entrenador idóneo para comandar el proyecto”.

De momento, Tuchel ya tiene un plus con respecto a la temporada pasada: los fichajes que se están realizando son perfectos para su sistema de juego. Leonardo está dando con la tecla y la armonía entre técnico y director deportivo es la primera gran noticia del curso para el PSG. Ahora solo falta lo más difícil, que es ser constante y no fallar en los momentos clave, sobre todo cuando por los fallos que han impedido al PSG consagrarse en la máxima competición continental.