Cornellà-El Prat abrió el telón hoy hace una década
"El Espanyol se hizo mayor de golpe, del 13 de julio al 8 de agosto", relata Carlos Ferrer, protagonista directo de aquel mes frenético sin final feliz.
Luce con orgullo el carnet de socio número 893, que acredita que lleva casi medio siglo militando en el Espanyol. Una pasión que le llevó a la junta directiva de la peña Juvenil, a crear el portal 15 de abril (en conmemoración al histórico 6-0 contra el Barcelona) y que durante años, y hasta el pasado mes de marzo, convirtió también en su trabajo, como responsable de marketing corporativo del club. Es Carlos Ferrer quien alerta a AS de que Cornellà-El Prat, ahora RCDE Stadium, se inauguró realmente hoy hace una década, y quien relata aquel mes vertiginoso, irrepetible, que vivió en primera persona.
Todo empezó días antes, cuando los empleados llenaron cajas y cajas para completar el traslado desde el Estadi Olímpic, "hasta las dos de la madrugada. Y casi sin darnos cuenta, nos habíamos ido". Y se instalaron en Cornellà el 13 de julio, lunes, "con algún problemilla menor, con el aire acondicionado, o un rato de nada sin internet". El estreno, y ahí va el 'quid' de la cuestión, no pudo ser más bestia. "Entramos a trabajar a las nueve de la mañana y dos horas más tarde teníamos a 8.000 aficionados ocupando las gradas". Efectivamente, aquel día se produjo la ya legendaria presentación de Shunsuke Nakamura como jugador del Espanyol, con un fervor inusual y colas en los aledaños. El estadio abrió el telón.
Poco después, el domingo 19, se disputaría un partido de veteranos entre Espanyol y Cornellà, que serviría como prueba de carga, e incluso el día 31 habría otra presentación algo menos mediática: la de Facundo Roncaglia. El 1, antes de la inauguración oficial, Mauricio Pochettino y Dani Sánchez Llibre estrenaban la nueva tienda.
"Pasamos de cuatro a 32 empleados en tiendas. Y el 2 de agosto, el de la gran fiesta, facturamos en un día lo mismo que en cuatro meses (casi medio millón de euros)", exclama Ferrer, quien aún se pone las manos en la cabeza al recordar cómo "tuvieron que venir los Mossos porque la gente se agolpó, creyendo que se quedarían sin el pack de inauguración que se puso a la venta".
"El Espanyol se hizo mayor de golpe, del 13 de julio al 8 de agosto de 2009. Como un niño que crece y se emancipa, pero todo en un solo mes", sentencia un Carlos Ferrer que no da por casualidad esa fecha de cierre. "Pocas semanas antes, habíamos presentado las camisetas en la T1 del aeropuerto, con el propio Nakamura, con jugadoras del Femenino, con Pillud y con Dani Jarque".
"Y aquel 8 de agosto, a todos se nos congeló el alma. Al día siguiente, Jaume Martínez (actual coordinador de las peñas) y 'Mágico' Díaz (agente e íntimo amigo del eterno capitán), sabiendo que por las prisas de la instalación mi despacho era de los pocos que se podían cerrar con llave, me pidieron que les guardara unos enseres. Y allí estaba el llavero de Dani, con la camiseta del Espanyol y el 21. Me eché a llorar". Una emotiva manera de rubricar el relato de aquel mes histórico pero, lamentablemente, sin final feliz.