Éder, el héroe portugués de la Euro 2016 que triunfa en Rusia
El 10 de julio se cumplen tres años del primer título de Portugal, la Eurocopa de 2016. La final se definió con un gol del casi desconocido Éder.
El 10 de julio de 2016 los casi 11 millones de portugueses gritaron al unísono el mismo gol. El que Éder también celebró en la prórroga de la final de la Eurocopa, cuando en el 109' se sacó un zapatazo tremendo frente al cual Lloris no pudo responder. La carrera descontrolada del delantero portugués en el Stade de France vino a reflejar lo ocurrido: una sorpresa de grandes dimensiones, tanto por el resultado, la victoria de Portugal con todo en contra, como por el goleador, un jugador que apenas estaba contando en los esquemas de Fernando Santos.
Tanto supuso el gol de Éder, que se viralizó en redes sociales una campaña pidiéndole perdón al jugador por haber sido diana de las bromas y críticas durante la Eurocopa. Se le recibió incluso como un héroe en las celebraciones oficiales en Lisboa. Parecía que el gol serviría como acicate y el patito feo de Portugal, como se le llegó a apodar, podría reconducir su carrera y aspirar a cotas mayores.
Hasta el 2016, Éder había vivido una larga travesía por distintos clubes del continente europeo: Académica de Coimbra, Braga, Swansea y Lille. Si bien solo pudo destacar en el Braga, para el que disputó tres temporadas, 85 partidos y 34 goles. A pesar de lo cual, sí contó en los planes del seleccionador luso para la Eurocopa del 2016, en la que acabaría siendo indispensable.
| Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
|---|
| Próximos partidos |
|---|
Tras su fama mundial por el gol frente a Francia, Éder se mantuvo en el Lille, donde gozó de bastantes minutos la temporada 16/17 porque superó la treintena de partidos, si bien dejó mucho que desear en cuanto a su bagaje goleador, tan solo seis. Para la 17/18 dio un guro brusco en su carrera y se marchó al Lokomotiv de Moscú, a una liga cuyo nivel ha sido ascendente en los últimos años.
En Moscú, alejado de todos los focos, Éder parece haber encontrado su lugar en el fútbol del viejo continente. Tanto es así que en 2018 coronó la temporada con el campeonato ruso en el bolsillo y el curso pasado fue subcampeón de liga. Unos resultados que adquieren todavía más mérito si se tiene en cuenta que el Zenit o el CSKA son dos conjuntos con un presupuesto mayor que el del Lokomotiv. Además, el nacido en Bissau ha disputado estas dos últimas temporadas la Europa League y la Champions League. Es decir, que el hombre que parecía destinado a no aparecer nunca empieza a aparecer por las lejanas estepas rusas.