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Futbolistas, coches y alcohol: una lista que sigue creciendo

El caso de Marcelo es el último de una larga lista de futbolistas que se han tenido que enfrentar a los temidos controles de alcoholemia.

Futbolistas, coches y alcohol: una lista que sigue creciendo

El incidente de Marcelo en Brasil (donde se negó a someterse a un control de alcoholemia aceptando a cambio una multa y la prohibición de conducir durante un año en su país) es el último episodio de una larga lista de futbolistas que se han visto implicados en delitos contra la seguridad del tráfico. Leyendas como George Best o Paul Gascoigne vivieron y viven una vida al límite por culpa de la bebida, pero, por uno u otro motivo, siempre consiguieron evitar que su adicción y la conducción se mezclaran. Dramas similares remiten a otros futbolistas como Adriano, Cicinho o Sneijder -este último detenido hace unos días en Holanda tras destrozar un coche en estado ebrio-, aunque también ellos se cuidaron de no trasladar a las carreteras sus problemas con el alcohol. En cambio, otros sí fueron víctima de su irresponsabilidad y acabaron en las redes de los controles policiales.

Exceso de velocidad, accidentes o saltarse semáforos en rojo son algunas de las temeridades cometidas al volante por innumerables futbolistas, y muchas de ellas guardan un denominador común: el resultado de la prueba de alcoholemia, si es que se sometían al test, siempre era positivo. Estos son algunos de los casos más recordados:

Deco: el entonces futbolista del Barcelona dio positivo en un control de alcoholemia realizado por la Guardia Urbana en el centro de Barcelona en la madrugada del 17 de enero de 2008. Presentó una tasa de 0,36 mg/l, superior a la permitida (0,25). Esa noche había jugado el partido de Copa en el Camp Nou ante el Sevilla (0-0), que supuso el pase del Barça a los cuartos de final del torneo.

Banega: 4 de marzo de 2008 dio positivo en un control de alcoholemia en una calle del centro de Valencia. El internacional argentino hizo caso omiso a un semáforo en rojo y se lo saltó. En el test dio 0,48 miligramos por litro aspirado, casi doblando lo permitido (0,25).

Diego: el jugador brasileño del Werder fue interceptado por la policía alemana cuando conducía su coche por el casco urbano de Bremen con 0,8 miligramos de alcohol en la sangre. Ocurrió en enero de 2009. El que fuera jugador del Atlético se había saltado un semáforo en rojo.

Marcos Alonso: su positivo es uno de los que tuvo consecuencias más trágicas. En la madrugada del 2 de mayo de 2011 sufrió un accidente en una calle de Madrid que provocó la muerte de una joven de 19 años. El hoy jugador del Chelsea se enfrentaba a cuatro años de prisión por tres delitos: homicidio imprudente en concurso, conducción temeraria por superar la velocidad de circulación (iba a 112,8 km/h en el momento del accidente en una zona de 50 km/h) y otro delito contra la seguridad vial por superar la tasa de alcohol (0,45 mgs de alcohol por litro aspirado y 0,93 gramos de alcohol etílico por litro de sangre). Todo se resolvió con una multa de 61.000 euros y retirada del permiso de conducir durante algo más de tres años.

Huesca: el 17 de febrero de 2012 tres jugadores del equipo oscense (entonces en Segunda División), Luis García, David Rivas y Omar Ramos, dieron positivo de madrugada en un control realizado en las calles de Zaragoza después de que el vehículo en el que viajaban se saltara un semáforo en rojo.

Parejo: el capitán del Valencia dio positivo en un control de alcoholemia de la policía municipal en mayo de 2012. La misma tarde del incidente compareció para pedir disculpas. Unai Emery, entonces entrenador del Valencia, no le incluyó en la convocatoria para el siguiente partido, ante el Villarreal.

Welliton Soares: el 5 de mayo de 2014 el delantero brasileño del Celta fue arrestado en Vigo a las 5:00 horas de un lunes por conducir ebrio, a gran velocidad y saltarse varios semáforos en rojo. Quintuplicaba la tasa de alcohol.

Vidal: el chileno fue el triste protagonista de uno de los accidentes que más impactó a la opinión pública y que causó un verdadero terremoto en su país. En junio de 2015 y en plena Copa América, Arturo Vidal, entonces en la Juventus, fue detenido por protagonizar un accidente de automóvil bajo los efectos del alcohol cuando regresaba a la concentración de la selección
chilena. El jugador salió ileso, su esposa sufrió algunas lesiones y el Ferrari que conducía quedó muy dañado. Vidal evitó el juicio y llegó a un pacto con la Fiscalía, aceptando la retirada del carné durante dos años.

Sergio Araujo: en uno de los casos más recordados, el delantero de Las Palmas fue condenado a nueve meses de cárcel y a dos años sin poder conducir por negarse a pasar un control de alcoholemia el 26 de septiembre de 2016. Araujo era reincidente, puesto que en febrero de 2013, cuando residía en Barcelona y jugaba en el filial blaugrana, ya fue sancionado durante ocho meses sin carné de conducir.

Wayne Rooney: siguiendo la negra estela de su compatriota Gascoignela leyenda del fútbol inglés y del Manchester United protagonizó numerosos escándalos a lo largo de su carrera debido a su conflictiva relación con la bebida. El 1 de septiembre de 2017 fue detenido por la policía de Cheshire por conducir bajo los efectos del alcohol en la zona cercana a donde residía. Rooney se declaró culpable y fue multado por su equipo, el Everton, con dos semanas sin sueldo, 340.000 euros.

Marco Verratti: el centrocampista del Paris Saint-Germain fue detenido la madrugada del 2 de noviembre de 2018 al dar positivo en un control de alcoholemia en París cuando conducía su coche. presentaba un nivel de alcohol en la sangre superior al límite permitido para los conductores que acaban de obtener su permiso de conducir. Fue privado "de una parte de su salario mensual" por romper el código ético del club.

Toño García: el jugador del Levante dio positivo en un control a principios de noviembre de 2018. Ocurrió horas después de jugar ante el Villarreal en el estadio de La Cerámica.

Quincy Promes: el internacional holandés del Sevilla dio positivo en un control de alcoholemia efectuado en Puerto Banús en diciembre de 2018.

Drenthe, nunca positivo

Hay futbolistas a los que persigue una leyenda negra y jamás se la podrán sacudir. Royston Drenthe es uno de ellos. El futbolista holandés protagonizó numerosos incidentes de automóvil desde que fichó por el Real Madrid en agosto de 2007, pero, en contra de la creencia popular, jamás dio positivo en un control. El primero de sus escándalos llegó con prisa. El 28 de agosto, apenas una semana después de debutar con la camiseta blanca, el coche del jugador chocó contra uno de la policía en la calle Alcalá; eran cerca de las 4:30 de la madrugada del domingo al lunes cuando su Audi Q7 embistió a la patrulla en pleno centro de Madrid. Al parecer, el holandés se equivocó de ruta por culpa del GPS. En noviembre de 20010 y ya cedido en el Hércules, Drenthe fue sancionado por la Policía de Alicante por conducción temeraria a las 4:20 horas de la mañana, horas después de enfrentarse al Málaga en la Copa del Rey; se había saltado seis semáforos en rojo y circulaba a una velocidad de 160 kilómetros por hora. Meses después la Subdelegación del Gobierno de Alicante decidió multarle con 3.000 euros por "desorden público"; pero tampoco dio positivo.