MUNDIAL (F) | LA INTRAHISTORIA
La Federación paga para que jueguen en Estados Unidos
Las opciones de una futbolista de ir con la selección aumentan si juega en su liga, casi se diría que es un requisito imprescindible.
Para ser una de las elegidas es casi un requisito estar jugando en la NWSL. Jugar en su país es una opción pero también casi una obligación. No son pocas las estadounidenses que han pasado por Europa, como Morgan, Rapinoe o Lloyd. Una aventura fugaz que dura, normalmente, lo que para la liga de su país (de septiembre a abril). Alguna duró más, pero nunca en año previo a una gran cita como los Juegos Olímpicos o el Mundial.
La Federación es casi como un club y quiere tener a sus jugadoras siempre disponibles. Las convocatorias no tienen por qué coincidir con un parón FIFA. Además de los largos viajes, en Europa no están obligados a liberar a sus jugadoras, pero en su liga sí. Y, ¿cómo tiene ese poder la Federación? Pues porque es quien paga a las jugadoras (unos 72.000 dólares al año según The New Times más un bono de 1.350 dólares por victoria), además de un seguro médico. Un buen salario para que las jugadoras siempre respondan y los clubes no se ven obligados a pagar por sus estrellas. Sus opciones de ir con la selección aumentan si juegan en su liga, casi se diría que es un requisito imprescindible.