¿Por qué las estadounidenses juegan todas en su país?
Estados Unidos es la única selección que tiene a todas sus jugadoras en su país. La Federación paga parte de su sueldo y tienen libertad para ir con la selección todo el año
¿Por qué Estados Unidos es la única selección en la que todas sus jugadoras están en su país? Para ser una de las elegidas es casi un requisito estar jugando en la NWSL, que, además, está considerada una de las ligas más fuertes del mundo. Jugar en su país es una opción pero también casi una obligación si quieres optar a defender los colores de tu selección. No son pocas las estadounidenses que han pasado por Europa, como Álex Morga, Megan Rapinoe o Carli Lloyd. Una aventura europea fugaz que dura, normalmente, lo que para la liga de su país (de septiembre a abril). Alguna duró más, pero nunca en año previo a una gran cita como los Juegos Olímpicos o el Mundial.
La Federació es casi como un club y quiere tener a sus jugadoras disponibles cuando quiera. Las convocatorias no tienen por qué coincidir con un parón FIFA y ahí es un problema jugar en un equipo europeo, ya que no tendrían permiso para esas convocatorias. Además de los largos viajes, otro hándicap. En Europa no están obligados a liberar a sus jugadoras, pero en su liga sí. De hecho, la NWSL no ha parado porque se esté jugando el Mundial. Y, ¿cómo tiene ese poder la Federación estadounidense? pues porque es quien paga a las jugadoras. Su sueldo llega de la Federación (unos 72.000 dólares al años según The New Times más un bono de 1.350 dólares por victoria), además de un seguro médico. Un buen salario para que las jugadoras siempre respondan ante la llamada de su Federación y los clubes, que no se ven obligados a pagar grandes salarios por sus estrellas, también. Sus opciones de ir con la selección aumentan si juegan en su liga, casi se diría que es un requisito imprescindible.
Muchas han salido de su país
Y no es raro verlas fuera de Estados Unidos, pero en temporada baja. Vaya, cuando la liga estadounidense para. Una manera de conocer otro país y otras culturas, además de poder jugar competiciones atractivas como la Champions. La mayoría opta por equipos franceses o alemanes. Así, el ejemplo de Horan es raro de ver. Estuvo cuatro años en el PSG, pero en 2016 volvió a su país para tener opciones de ir a los Juegos Olímpicos. Morgan apenas estuvo seis meses en el Olympique de Lyon, como Rapinoe, que pasó en dos ocasiones por el conjunto francés además de una aventura en Australia. En su despedida en el canal oficial del club explicó: "Creo que es difícil estar tan lejos de mi familia y amigos, lo extraño mucho. También necesito estar más presente con el equipo nacional, es complicado ir y venir". Ahí está la clave, la selección.
De hecho, 17 de las 23 convocadas alguna vez han estado lejos de sus fronteras. El PSG ha podido contar con Horan, Heath y Long, el Olympique con Morgan, Rapinoe y Brian, mientras que el Chelsea tuvo a Dunn y el Manchester City a Carli Lloyd. Por Suecia han pasado Press, Krieger y Harris. Alemania ha podido ver a Naeher, Harris, McDonald y Krieger, que es una excepción, ya que estuvo en el Frankfurt durante nueve años. Sauerbrunn y Franch, mientras que otra de las grandes alternativas es irse a Australia, donde McDonalds, Rapinoe, Sonnet y Dahlkemper han pasado.