Un portero de grandes retos: Buffon, Brasil y ahora el Barça
Neto ha brillado desde que llegó al Valencia. Sólo cometió un error grosero en dos años: el gol fantasma de Messi que Iglesias Villanueva no concedió.
Norberto Murara ‘Neto’ es el nuevo portero del Barcelona. El brasileño vuelve a formar en la plantilla de un grande Europa y volverá a ser el suplente de uno de los mejores porteros del mundo, como ya lo hizo durante tres temporadas, en la Juventus, cuando estuvo a la sombra de Buffon. Lo que entonces él mismo catalogó como una etapa de crecimiento (sólo jugó la Coppa de Italia) para convertirse en lo que es hoy en día, una etapa ya pasada, se volverá a convertir en modo de vida. Con Ter Stegen como indiscutible en Can Barça, Neto se tendrá que conformar con las migajas de la Copa del Rey, una competición que este año le ha dado lustre al Valencia y en el que él no ha participado.
Precisamente verse fuera de la foto del once titular en la final de la Copa y en los dos últimos partidos de Liga que dieron el pase a la Champions al Valencia (Marcelino optó por dárselos a Jaume para rodarlo de cara a la final de Copa) acabó de convencer a Neto para cambiar de aires. La relación con Marcelino no era mala pero tampoco vivían un idilio. Obviando que jugó 47 de los 52 partidos que disputó este año el Valencia en Liga, Champions y Europa League esta temporada, al brasileño le cayó fatal verse fuera del once en el momento más bonito de la temporada.
En sus dos cursos en Mestalla, Neto siempre brilló y sobre todo fue muy regular en sus actuaciones. Esta temporada estuvo luchando por ser el portero menos batido de LaLiga con Oblak durante una gran parte del año aunque al final cayó al cuarto puesto (34 goles encajados en 34 partidos) por detrás del esloveno, David Soria y el que ahora ya es su compañero Ter Stegen. En su primera temporada como blanquinegro prácticamente calcó los números de esta (33 goles recibidos en 33 partidos), dejando su puerta a cero en 10 partidos en cada campaña.
Al margen de la estadística, Neto ha sido uno de los destacados de la era Marcelino. Siempre seguro bajo palos y dominando el juego aéreo, destacó por hacer paradas inverosímiles que salvaron a a su equipo de males mayores en bastantes partidos. Al principio de esta temporada, cuando el Valencia empataba casi todos los partidos, fue de los pocos que mantuvo el nivel del curso anterior. En dos años, sólo se le recuerda un error grosero, en aquel gol fantasma de Messi en un Valencia-Barça que, aún sin VAR, Iglesias Villanueva no dio como bueno.
Técnicamente, el brasileño apenas tiene lagunas. Es un 9 en casi todo. Quizá su juego con los pies no forme parte del catálogo de sus virtudes, aunque en el Valencia esto apenas ha sido un hándicap para él. En Valencia ha mejorado en los lanzamientos desde el punto de penalti. De hecho, de los cuatro que ha parado en su carrera, en tres lo hizo tras ‘pasar consulta’ diaria con José Manuel Ochotorena.
Con su fichaje por el Barça, asume una suplencia que le dejará casi sin opciones de cumplir uno de sus sueños, que no es otro que ser un asiduo con la selección brasileña. Hace unos meses, estuvo cerca de asentarse en la canarinha, tras visitarle varias veces en Paterna, el mítico Claudio Taffarel, preparador de porteros de la ‘verdeamarelha’. Fue llamado a filas por Tite en varias ocasiones, llegando a debutar como titular en un amistoso contra El Salvador (5-0) el pasado mes de septiembre. Sin embargo, a partir de 2019 ya no fue citado y asumió pronto que se quedaba fuera de la Copa América. Ahora, jugando sólo la Copa con el Barça, lo tendrá aún más difícil.