EURO SUB-21 | ESPAÑA - FRANCIA
España se enfrenta al calor y al músculo francés
Francia llega a las semifinales con 48 horas menos de descanso. Oyarzabal está recuperado de su lesión de tobillo y podrá jugar desde el inicio.
España navega con el viento a favor por primera vez desde que comenzó el campeonato. Desde el inicio le tocó remar contracorriente: comenzó con encerrona ante la anfitriona y después necesitó tirar de épica para conseguir la primera plaza. Lo logró y ahora todos los factores previos a esta semifinal contra Francia están del lado español: llega con 48 horas más de descanso y cargados de confianza. Especial importancia tendrá el primer factor ante el infierno que se espera (35 grados a la hora del partido). Francia llega con las piernas más cargadas y con alguna duda tras empatar ante Rumanía (un gol les habría dejado fuera).
A favor de Francia está su poderío físico. Poblará el centro del campo de músculo para contrarrestar las combinaciones españolas. Nada mejor para combatir esa fuerza francesa y el calor que la pelota: quien corra detrás de ella acusará más pronto el cansancio. Quien consiga la posesión tendrá también un extra de oxígeno en los minutos finales, donde se notará especialmente la fatiga.
El partido, además, será una revancha. Estas mismas generaciones de ambos países, los futbolistas nacidos a partir de 1996, se vieron las caras hace cuatro años en las semifinales del Europeo Sub-19. Ganó España con un doblete de Asensio, que no estará hoy. Sí que serán titulares Sivera, Vallejo, Meré, Aarón y Ceballos, que disputaron aquel partido en Katerini (Grecia).
Por si fueran pocas buenas noticias, De la Fuente recibió otra más: Oyarzabal está recuperado de su lesión de tobillo y podrá jugar desde el inicio. Se espera, por tanto, que saque un once muy parecido al que goleó a Polonia, con el realista de falso nueve. Sólo se espera una novedad: Vallejo se perdió el partido ante los polacos por molestias musculares y su jerarquía (es el capitán) podría hacerle recuperar el puesto en favor de Núñez, a pesar del buen encuentro que realizó el central del Athletic.
Francia, por su parte, llega con temor a España. Reforzará el mediocampo y su objetivo es llevar el partido al apartado físico. La Rojita debe conseguir bajar las revoluciones y mover rápido la pelota. Otro factor que obsesiona de manera especial a De la Fuente es terminar el mayor número de jugadas posibles. El mayor peligro de Francia son los contragolpes y eso se evita reduciendo las pérdidas de balón. La Rojita explotará de nuevo su buen disparo lejano: ya ha marcado cuatro goles desde fuera del área en los tres partidos que ha disputado en el campeonato (dos de Ceballos, uno de Fornals y otro de Fabián).
Conexión. Calor, contragolpes, físico, descanso, pizarras tácticas... Son factores que abarrotan los análisis previos pero que pueden saltar por los aires si dos hombres se levantan inspirados: Fabián y Ceballos. Son los futbolistas más destacados hasta el momento en España y probablemente los dos nombres propios del campeonato. Juegan de memoria y repasando su trayectoria no es casualidad: con ocho años ambos ganaron un campeonato de Andalucía con la selección sevillana. Dani era capitán (entonces pertenecía al Sevilla) y Fabián, su mejor socio. 15 años más tarde representan a España pero siguen jugando con el mismo desparpajo que lo hacían en los campos embarrados de su ciudad.
El resto del trabajo lo marcará la puntería, algo que le faltó a La Rojita en los dos primeros partidos pero que afinó ante Polonia. Con el sistema del falso nueve que ha convencido a De la Fuente tendrán especial importancia las llegadas desde la mediapunta de Fornals, Ceballos y Dani Olmo. De dar continuidad a ese buen momento que exhibieron de cara a portería dependerá el billete a la final. Los Juegos Olímpicos ya están en el bolsillo, pero La Rojita quiere más...