Uruguay se rinde a Giménez
Decisivo en la victoria frente a Chile, en su país, a pesar del gol de Cavani, le identifican como la figura del choque. Está haciendo una gran Copa América.
"La pelota entraba. Muslera estaba vencido y cuando Paulo Díaz ya se aprontaba para gritar el gol apareció Josema con uno de esos saltos típicos que esta vez no valió para gritar un gol, pero sí para salvar un tanto". Así resume Ovación, la sección deportiva del diario El País de Montevideo la actuación de Giménez anoche contra Chile en partido de la primera fase de la Copa América. Uruguay se llevó el triunfo gracias a un zarpazo en la recta final de Cavani, pero el central del Atlético se llevó los elogios gracias a esa jugada en el 68' con 0-0. "Volvió a demostrar la seguridad habitual y, además, se impuso junto a Godín ante una delantera complicada como la que formaron Alexis Sánchez y Eduardo Vargas", finalizan. Uruguay cree y lo hace con los ingredientes de siempre. Seguridad y pegada.
El crecimiento de Giménez es uno de los argumentos. Llegó renqueante a la Copa América, pero no ha dado ni un síntoma de flaqueza. Más bien lo contrario. Si contra Chile su raza sirvió para que su equipo no se pusiera en desventaja en el marcador, en el duelo anterior contra Japón también fue decisivo, esta vez en el otro área. Marcó el 2-2 final, mostrando su habitual dominio también en el área rival. Fue su octavo gol con la Celeste en 52 partidos, por ejemplo, lleva ya los mismos goles que Stuani con la camiseta de su combinado nacional o los mismos también que Godín, el capitán, que lleva 128 internacionalidades. Esa cifra explica claramente el poder del central del Atlético también en el espacio aéreo rival.
Las lesiones limitaron su rendimiento en el Atlético en el curso que acaba de concluir, pero si estas le respetan, no hay duda en el Atlético de que tiene que ser, junto a Oblak, el líder de la defensa colchonera en esta nueva etapa. Mientras, disfruta de otra competición más con Godín, de quien se despide como compañero de club, pero con quien continúa manteniendo unos automatismos únicos.