Polonia permite a La Rojita depender de sí misma

Italia descubrió ante España que cuantas más veces pase el balón por los pies de Chiesa, más posibilidades tiene de crear peligro. Ante Polonia, se olvidó por completo de que el campo tiene dos bandas y buscó constantemente el lado izquierdo, donde el extremo de la Fiorentina campaba a sus anchas cada vez que entraba en contacto con el balón. No había jugada en la que no causara el pánico en la defensa polaca, ya fuera con un centro peligroso o un disparo a puerta. Por eso no extrañó que a Di Biagio se le pusiera cara de póker cuando Chiesa cayó al suelo en el minuto 26 y pidió la asistencia médica. Probablemente no había pensado ningún plan B. Por suerte para él y para el resto de la azurra, el 14 volvió al campo y al minuto demostró que sólo había sido un susto con una jugada que estuvo muy cerca de convertirse en el primer gol de Italia.

Polonia, por su parte, tenía muy claro cuál era su partido. Michniewicz sacó una defensa de cinco, plantó muchos hombres por detrás del balón y se armó de paciencia para imponer un ritmo lento cuando tenía la pelota en su poder. En una de sus pocas llegadas, Bielik, que se está destapando en el Europeo como un central con facilidad para marcar, cazó de volea un rechace en la frontal del área que acabó en el fondo de la red después de que Meret llegara a rozar la pelota con la yema de los dedos. Justo antes del descanso, Orsolini hizo el empate pero el VAR anuló el tanto por fuera de juego.

En la segunda parte, Di Biagio dio entrada a Kean y a Tonali para tener más opciones de llegar al área y no depender tanto de Chiesa. El plan tardó en funcionar. Chiesa se desconectó del partido pero con el paso de los minutos, las ocasiones fueron llegando. Pellegrini se chocó con el poste, Kean con Grabara, y el resto de remates se toparon con el muro polaco o se fueron desviados. La victoria de Polonia da a España la oportunidad de depender de sí misma para pasar a las semifinales. Un triunfo por tres goles o más ante los polacos clasificará a La Rojita independientemente de lo que haga Italia. Si la azzurra no gana a Bélgica, le valdrá una victoria por la mínima.