Empate sin sal entre Nástic y Lugo para cerrar la temporada
Los locales fueron más atrevidos, estrellando tres balones en la madera. El Lugo batió su récord de imbatibilidad en Segunda.
El fútbol sin nada en juego pierde la magia. Nástic y Lugo llegaban al partido sin nada por lo que pelear, descendidos los primeros y salvados sobre la bocina los segundos. A pesar de ello, hay que agradecerles a ambos contendientes que el partido, sin ser brillante, al menos fue entretenido en ocasiones y no mostró el sonrojo de ver jugadores paseándose. Pero faltaba la tensión competitiva, y sin eso el potaje siempre sale demasiado soso.
La primera parte fue lo que fue. El Nástic tiró de dignidad ante su público y monopolizó el manejo del balón, superior en mediocampo y con Pol Prats poniendo picante en ataque, como un remate al cuarto de hora que se fue lamiendo la escuadra. Dominaban los granas y capeaban el temporal los de Lugo, con más oficio que otra cosa. Mediado el primer acto, Abraham reventó un zurriagazo en el palo defendido por Varo y el Lugo respondió con un disparo desviado, el primero, de Juan Muñiz a centro de Lebedenko, que debutaba. El partido se equilibró, aunque el Nástic generaba más, como un remate de Uche nuevamente al palo. Sin embargo no hubo goles y el descanso llegó con empate.
El partido se reanudó con una fea entrada de Djetei sobre Lebedenko que le valió la amarilla. A los diez de la segunda parte Sergio Montero envió al larguero un imponente disparo, el tercero de los granas a la madera, demostrando que la temporada que nace torcida, termina torcida. Gerard Valentín quiso imirtarlo y también estrelló un balón en el palo largo de Becerra. A pesar de esos latigazos, el partido era previsible, plúmbeo y sin ritmo real. Rompió el tedio Cristian Herrera, quien sino, con un tiro ajustado que batió a Becerra, y respondió al minuto Uche con un gol muy reclamado por los albivermellos por más que posible fuera de juego. No hubo mucho más, y el partido se cerró en tablas y con la afición grana despidiendo la categoría de plata entre cánticos, demostrando que están por encima de categorías. El Lugo, por su parte, puso el fin a una angustiosa temporada en la que las balas silbaron demasiado cerca. Que sirva de enseñanza.