Bochorno en el Iberia-Can Buxeres: agresión al entrenador, suspensión, a puerta cerrada...
El partido de vuelta de ascenso a Segunda Catalana se jugó a puerta cerrada por los incidentes de la ida. Ni así se evitó un nuevo escándalo, que terminó con el partido suspendido.
La peor imagen del fútbol se ha podido ver en un partido de ascenso a Segunda División Catalana entre el Iberia y el Can Buxeres. Tal fue la tensión en el partido de ida que la Federación adoptó la determinación de que el segundo duelo fuese a puerta cerrada, lo que, desde luego, no ha contribuido a rebajar la enemistad entre ambos clubes.
A veinte minutos del final del choque, el futbolista del Iberia, Esteve Rodríguez, se lanzó a por el entrenador visitante, Picolo, y le agredió. En cuestión de segundos, se montó una gran tangana y el árbitro decidió, con buen criterio, suspender el duelo cuando el Can Buxeres ganaba por dos goles a cinco a su rival.
Aun sin público en las gradas, la policía estuvo presente con furgones desde que el árbitro indicó el pitido inicial. Era un partido con alto grado de tensión acumulado, lo que se pudo apreciar en el terreno de juego. Mismamente, en el partido de ida, un futbolista del Can Buxeres acabó con fractura de nariz. En la vuelta, no se rebajó la intensidad: el Iberia vio diez cartulinas a lo largo del duelo.
Ambos clubes, en sus redes sociales, han condenado lo sucedido. "Un jugador no representa a un equipo. El club ya ha tomado medidas disciplinarias ante esa actitud totalmente intolerable. Dejen de generalizar sobre un club con 80 años de historia", expone el Atlético Iberia. El Can Buxeres no redacta, pero sí comparte mensajes de condena: "Cada vez que pase esto no deberíamos jugar hasta que de una vez por todas se tomen las medidas oportunas".
Vistos los acontecimientos, la eliminatoria queda completamente suspendida. Falta la resolución oficial, pero, en principio, el Can Buixeres estará en Segunda Catalana tras ganar 2-1 en la ida e imponerse 2-5 antes de la trifulca.