Toda la munición contra Suecia: los titulares más el Bernabéu

Ampliar

Es el partido y es el estadio. Desde el día del sorteo sabe España que Suecia es la cara norte del grupo y le entrega el partido al Bernabéu, reservado para noches cruciales. Por esa parrilla ya pasó Suecia en 2007, cuando la clasificación para la Eurocopa del año siguiente peligraba. En Estocolmo ganaron los suecos (2-0) y dejaron al borde del despido a Luis Aragonés. En Madrid, La Roja respondió con un 3-0 y tomó el camino del título. España iba a volverse imparable.

Pero pasada la era imperial, La Roja ha perdido parte de su ventaja. Desde 2012 no ha superado los octavos en un gran torneo mientras Suecia, con Janne Andersson en el banquillo, anda en plena escalada. Eliminada sin ganar un partido en Francia 2016, se puso en manos de Andersson, un exfutbolista que jamás jugó ni entrenó fuera del país. Su única experiencia internacional fueron seis partidos de la Copa de la UEFA dirigiendo al Halmstad. Pero en 2016 conquistó la Liga dirigiendo al Norrköping con muy pocos mimbres y eso le bastó a la Federación para contratarle.

Desde entonces todo fue bien. Andersson clasificó a la selección para el Mundial 2018 tras echar a Holanda en su grupo y a Italia en la repesca. En Rusia alcanzó los cuartos y el pasado otoño ascendió a la Liga A de la Nations League tras superar a Rusia y Turquía.

Un equipo alto y defensivo

Andersson puso el valor del grupo por encima de todo. De ahí que rechazara a Ibrahimovic, un monumento nacional, cuando se ofreció para el Mundial después de haberse retirado de la selección. Al país le pareció una imprudencia. A él, una decisión saludable para el grupo. "Se ha dicho de Suecia que es un equipo fácil de analizar y difícil de batir y es una buena descripción", resume. En los 39 partidos de Andersson ha encajado menos de un gol por encuentro. Organiza el equipo en torno a un 4-4-2, con seis jugadores defensivos y cuatro de ataque y mira poco la partida de nacimiento. La media de edad de su convocatoria está en 28,7 años, con sólo dos menores de 25 y siete mayores de 30. Y es un equipo muy peligroso en el balón parado porque trece jugadores de la lista pasan de 1,85. "Dicen que somos defensivos, pero lo que somos es colectivos", argumenta Andersson.

En este viaje se dejó ya un empate en Noruega. Y a la cita llega sin Lindelöf ni Granqvist, sus centrales titulares. Claesson, Forsberg, Quaison y Berg forman su cuadrado mágico en ataque. Quaison ha marcado cuatro goles en los últimos tres partidos, Berg sólo ha hecho uno en año y medio. Isak, que probó en Valdebebas y al que ahora pretende la Real Sociedad, es el plan B. España presentará una selección más reconocible que en las Feroe. Se esperan hasta ocho cambios: De Gea, Carvajal, Íñigo Martínez, Jordi Alba, Parejo, Busquets, Asensio y hasta Rodrigo cuentan para el cambio de guardia en el Bernabéu, que es garantía de éxito para España. Es el estadio más repetido en la historia de La Roja, que lleva más de treinta años sin perder allí y sólo ha encajado un gol en los últimos ocho partidos. Una caja fuerte para abrir otra caja fuerte.