MUNDIAL (F) | ESPAÑA 3-SUDÁFRICA 1
El VAR salva a España
Dos penaltis de Jenni y un tercer gol de Lucía remontaron el de Sudáfrica en 21 minutos. El videoarbitraje ayudó. Primer triunfo mundialista en la historia.
España hizo historia logrando la primera victoria en un Mundial. Sufrió ante Sudáfrica y logró recomponerse en parte gracias al VAR. El sistema de vídeoarbitraje, nuevo en un torneo femenino, hizo justicia concediendo un penalti sobre Lucía que hacía posible el milagro de la remontada para La Roja. En 21 minutos, España le dio la vuelta a un debut áspero, ingrato.
España salió con las ideas muy claras. La Selección hizo lo que mejor se le da: tocar el balón, moverlo por el campo hasta llegar a la portería rival. Así llegaron rápido las primeras ocasiones. Alexia, Mariona, con un tiro potentísimo al borde del área y Mapi con un libre directo que se fue por poco. Pero esto es un Mundial y no vale un despiste.
Sudáfrica había salido con la tarea bien aprendida. Había que ser un muro defensivo y aprovechar los errores para correr al contragolpe. Para sostener a España puso a su mejor jugadora, Van Wyk, a ser la sombra de Jenni. Así anuló el centro del campo. Le funcionó. A la tercera Sudáfrica se acercó y marcó. Kgatlana, una pesadilla por la izquierda, entró sin resistencia al área y vio a Paños adelantada. Su balón bombeado se coló por encima de la portera del Barça.
A España le entraron los nervios y se le puso el partido cuesta arriba. Una montaña gigante se colocó en el horizonte de las jugadoras que estaban sobre el césped. Había que tirar de galones, de experiencia. Losada, Torrejón o Corredera habían sentido esto mismo hace cuatro años en Canadá. La misma injusticia de ver escapar los partidos aun siendo mejores. Había que levantar la moral. El primero en hacerlo fue el público español presente en el estadio. ¡España, España! Fueron pocos, pero ruidosos.
El equipo de Vilda seguía sin conectar. El centro del campo no lograba adelantar líneas debido a la gran presión que ejercían las Banyana Banyana. Otro aspecto que se echaba de menos fue las bandas. Amanda, muy previsible, no lograba sobrepasar a las rivales. Además, la zona derecha española sufría cada dos por tres las embestidas de Kgatlana.
España tenía la difícil tarea de recomponerse tras el descanso. Para ello el seleccionador apostó por la sabía joven con Lucía y Aitana. Corredera, ahora en la banda de Torrejón, se encargó de parar las embestidas de las Banyana Bayana. El juego dio un giro de 180 grados. Todo funcionó, desde la mejora defensiva como la pólvora en ataque. Aitana le dio el juego interior que le faltaba a La Roja y todo comenzó a fluir.
Y eso que, cuando mejor estaba Espala, Kgatlana estuvo a punto de hacer el segundo tras colocarse delante de Paños. La portera del Barça realizó una gran parada. Poco después Jenni, una de las más activas, provocó el penalti que dio aire a La Roja. La rojiblanca, sin temblar, logró el empate. Quedaba tiempo para la remontada. Y llegó.
En los mejores minutos de La Roja, cerca del área rival, vino la sorpresa para todos. Se paró el tiempo y el VAR actuó en una jugada que había pasado desapercibida. Una entrada de Vilakazi sobre Lucía provocó otra pena máxima a favor de las de Vilda, más la expulsión de la sudafricana. El gol lo firmó, de nuevo, Jenni. Casi al final, Lucía redondeaba el triunfo con un tercer gol importante para la diferencia con las rivales. La Selección sufrió, pero logró el objetivo de ganar su primer partido en un Mundial. El VAR dio esa pizca de fortuna –y de justicia- que en otras ocasiones no había llegado.