Se desvela el acoso y abuso del expresidente de la Federación Afgana a una jugadora
"Me metió en una habitación y al intentar escapar me dio un puñetazo en la cara. Me dijo que si denunciaba, me pegaba un tiro en la cabeza", denunció la chica.
La conversación desvelada por 'Afghan Herald': "Había sangre por todas partes"
El periódico Afghan Herald desveló la conversación y la denuncia de la futbolista que denunció los abusos. Todo empezó porque la futbolista le reclamó dinero al presidente por los desplazamientos que estaba realizando con el equipo. “El presidente me dijo que lo siguiera a la siguiente habitación. Así que fui con él. Pensé que me iba a ayudar. Lo seguí a la siguiente habitación. Entró en otra habitación y había otra habitación que estaba muy oscura. Dentro de esa habitación había una puerta. Pero no podía ver la puerta; se parece a la pared, era difícil ver que era una puerta. Estaba abierto. Allí era como una habitación de hotel, un dormitorio con todo dentro y un baño. Me dijo que entrara. Entré, él estaba detrás de mí y cerró la puerta. Me dijo que me sentara en la cama. Estaba preocupada, estaba temblando. Él dijo: 'Hoy quiero descubrir qué hay detrás de tu ropa'. Le estaba diciendo: 'Déjame en paz, quiero irme a casa'. Me puse de pie y dije que quería irme a casa y él me dijo: 'Grita tanto como quieras, no habrá nadie que te escuche, no pueden oírte'. Entonces él comenzó a empujarme hacia la cama. Me puse de pie de nuevo. Le dije: 'Déjame en paz, solo vine en busca de apoyo, no lo quiero más, por favor, déjame en paz, déjame ir'. Me estaba diciendo... que hoy sabría si yo era lesbiana o no, porque estaba mucho con las chicas y me parecía un poco a un niño". Me levanté e intenté pelear, pero él me dio un puñetazo en la cara. Me caí a la cama. Intenté levantarme de nuevo e ir a la puerta, pero como la puerta usaba su huella digital no era posible abrirla sin su huella digital. Así que no pude salir. Me dio un puñetazo en la cara y en la boca. La sangre venía de mi nariz y labios. Empezó a pegarme, caí sobre la cama, y todo se oscureció... Cuando me desperté, toda mi ropa se había ido y había sangre por todas partes. Estaba temblando, no sabía lo que me pasó. La cama estaba cubierta de sangre, la sangre salía de mi boca, nariz y vagina. Fui al baño. Me lavé la cara y me puse la ropa. Regresé y dije: 'Iré así y le contaré a los medios lo que me pasó'. Tomó una pistola, su pistola, la puso sobre mi cabeza y dijo: '¿Ves lo que te he hecho? Puedo dispararte en la cabeza y en todas partes estará tu cerebro. Y puedo hacer lo mismo con tu familia. Si quieres que tu familia esté viva, deberías guardar silencio. Luego me tiró el dinero y me dijo que tomara el dinero y me fuera. Dijo que no quería ver mi cara. Abrió la puerta y me fui".