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MONTENEGRO

Montenegro echa al técnico por boicotear el partido con Kosovo

Decidió no sentarse en el banquillo, lo que "supone una violación de sus deberes profesionales estipulados en su contrato" para la Federación.

Montenegro echa al técnico por boicotear el partido con Kosovo
STOYAN NENOVREUTERS

La Federación de Montenegro despidió este sábado al seleccionador, el serbio Ljubisa Tumbakovic, después de que el viernes decidiese no sentarse en el banquillo contra Kosovo en un encuentro de clasificación para la Eurocopa de 2020.

La federación indica en su página web que releva al seleccionador por no asumir la dirección del equipo en un encuentro que se disputó en Podgorica, la capital montenegrina, y que concluyó 1-1.

"La decisión de Tumbakovic supone una violación de sus deberes profesionales estipulados en su contrato", indica el máximo órgano del fútbol montenegrino.

La federación también lamenta que "presiones de ciertos círculos" forzaron que los internacionales Filip Stojkovic y Mirko Ivanic decidieran no disputar el encuentro.

Según la prensa montenegrina, tanto el seleccionador como los dos jugadores, nacidos en Serbia, recibieron presiones de hinchas radicales serbios para que no jugasen contra Kosovo, una antigua provincia serbia cuya independencia no es reconocida por Belgrado.

El defensa Filip Stojkovic y el centrocampista Mirko Ivanic juegan en el Estrella Roja de Belgrado, mientras que Tumbakovic, seleccionador de Montenegro desde 2016, ha sido el técnico con el que el Partizan ha logrado más títulos.

"Aspectos que nada tienen que ver con el deporte han derrotado en esta ocasión al deporte y al fútbol", indica la federación.

El partido del Grupo A entre ambas selecciones se jugó a puerta cerrada en Podgorica después de la sanción impuesta a Montenegro por cánticos racistas en su derrota por 1-5 ante Inglaterra en marzo.

Kosovo, una provincia habitada por una aplastante mayoría de albanokosovares, declaró en 2008 su independencia de Serbia de forma unilateral, reconocida por 110 Estados, pero rechazada por países como Rusia, China, Brasil, España y la misma Serbia.