Goleada de Francia a Corea en el estreno del Mundial femenino

El Parque de los Príncipes se llenó para apoyar a la anfitriona. Francia, que nunca ha pasado de semifinales en un Mundial, ha marcado esta cita en rojo y la afición se ha volcado en un partido que empezó con fiesta. La cantante gala Jain fue la maestra de ceremonias en un espectáculo de baile y colorido digno de los grandes eventos. El estadio atronó cuando salieron las jugadoras y la Marsellesa retumbó en un ambiente de lujo. Era el día del fútbol femenino, la fiesta de un deporte en pleno auge.

Al espectáculo musical le siguió el futbolístico. Diacre salió con todo. Siete jugadoras del Olympique de Lyon, cuatro veces campeón de Europa, en un equipo trabajado. Enfrente una República de Corea que no quería ser el convidado de piedra en la fiesta gala. Pero no empezó con buen pie. Las de Diacre salieron como motos. Presionando, llegando, dominando el balón y no dejando a las asiáticas un respiro. Le Sommer tuvo las primeras ocasiones de las galas. La de Olympique se encontraba continuamente con una móvil Diani y así llegaron las primeras oportunidades. A los diez minutos, llegó el premio a la insistencia. Henry robó un balón cerca del área, se fue a línea de fondo y asistió a Le Sommer, que esta vez sí acertó con la portería para marcar el primer tanto de este Mundial.

No se relajaron las galas, que vieron como Corea, tímidamente, llegaba a balón parado. Pero el partido tenía un sólo dueño. De hecho, llegó el segundo gol a los 20 minutos. Un córner sacado en corto lo centró Le Sommer, la dejó Diani y MBock anotó en el área pequeña. Entonces apareció el VAR. Primera decisión de la tecnología en su estreno en el fútbol femenino y fue anular el tanto por fuera de juego de la central del Lyon. Decisión correcta, por milímetros, tras dar la colegiada uruguaya el tanto. No bajó los ánimos. Al revés. Las galas siguieron buscando el gol de la tranquilidad y llegó a la media hora y de córner. Esta vez, Thiney la puso al corazón del área y ahí emergió la gigantona Renard para, de un inapelable testarazo hacer el segundo. El Parque de los Príncipes era una fiesta. Y quería más. Y llegó justo antes del descanso. Y, de nuevo, de estrategia. Esa vez la puso Majri y de nuevo Renard no falló con su testarazo. La conexión del Lyon funcionaba.

Tras la reanudación, Francia no quitó el pie del acelerador. El Parque de los Príncipes disfrutaba, como las jugadoras galas. Pero Corea intentó acercarse sin éxito a la portería de Bouhaddi. Tímidas llegadas entre ocasión y ocasión francesa. La tuvo Le Sommer. También Renard en otro córner. La República de Corea achicaba aguas ante el empuje local. Francia no se cansaba, vivía un sueño y quería terminarlo con goleada. Lee tuvo la mejor de las asiáticas en un balón a la espalda, pero no estuvo acertada en la definición. Pero lo que llegó fue el cuarto galo tras una jugada personal de Henry que, desde la frontal, la mandó donde Kim era imposible que llegase. La fiesta estaba completa. Goleada y fiesta en un Parque de los Príncipes que durante este mes se ha convertido en el Parque de las Princesas. Francia ha demostrado que va muy en serio en este Mundial...