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REAL MADRID

"Cuidado, Levy muerde"

Esta fue la advertencia que lanzó Pochettino el año pasado cuando el Madrid tanteó su fichaje. El club blanco vuelve a toparse con él en el 'caso Eriksen'.


 
 
 
 
 01/06/2019
Mike Egerton/PA Wire/dpa

Christian Eriksen (27 años) quiere irse del Tottenham. Así lo confesó en una entrevista con el diario Ekstrabladet en la que apremió al Madrid para ficharle. Pero en esta operación, hay otro actor muy importante: Daniel Levy, presidente el Tottenham. "Depende de Daniel Levy. Y el otro club tiene que venir", dijo el jugador danés, consciente de que el dirigente tiene la llave de su futuro. Pero, ¿quién es Levy?

Daniel Levy (Condado de Essex, 1969), de ascendencia judía y licenciado en Economía con matrícula de honor en la Universidad de Cambridge, es el presidente del Tottenham desde el año 2001. Cogió el bastón de mando cuando ENIC Internacional, la empresa de inversiones deportivas, eventos y medios de la que es director general, compró la mayoría de las acciones del club después de que el anterior presidente, Alan Sugar, declarase al Tottenham en bancarrota.

Casi desde el inicio de su mandato, Levy comenzó a cultivar su fama de negociador implacable en los traspasos. Pregunten a Berbatov (traspasado al Manchester), Boateng (Milán), Keane (Liverpool) o Campbell (Arsenal), que llegaron a ver en peligro sus deseos de cambio. O al propio Real Madrid, que sudó en el infierno que convirtió el dirigente del Tottenham las conversaciones por Modric (2012) y Gareth Bale (2013). Ambos jugadores se declararon en rebeldía para forzar su salida a la entidad de Chamartín, pero Levy sólo cedió cuando le sacó al Madrid hasta el último euro. Los blancos pagaron por Modric 30 millones de euros, mientras que por Bale desembolsó 101 millones de euros (sobre la bocina del cierre de mercado), superando los 96 de Cristiano y convirtiéndole en ese momento en el jugador más caro de la historia. En dos años, el Tottenham ingresó 131 millones procedentes del Real Madrid. La estrategia de Levy no ha cambiado en 18 años: apurar el plazo de fichajes para subir el precio de sus jugadores.

El pasado verano, el Real Madrid también chocó contra él cuando Florentino tanteó el fichaje de Pochettino para que sustituyera a Zidane, que dimitió el 31 de mayo de 2018. El argentino había firmado un nuevo contrato de cinco años con el Tottenham en el que no existía cláusula liberatoria (ni pacto verbal) para dejarle salir si el Real Madrid llamaba a su puerta (en el anterior sí existía). Por lo tanto, su salida dependía del beneplácito del presidente. Una luz verde que no se encendió. Pochettino ya lo avisó en una entrevista en Cuatro: "Cuidado, Daniel Levy muerde...".

Pero el mandatario del Tottenham no sólo muestra músculo negociador cuando el negocio afecta a uno de sus jugadores, sino que aplica el mismo discurso inflexible cuando se lanza a por un fichaje. Aulas, presidente del Olympique de Lyon condensó su experiencia con el británico (el traspaso de Lloris al Tottenham en 2012) en una sola frase: "No he visto una cosa igual en 25 años...". Ahora, el Real Madrid, si decide lanzarse definitivamente a por Eriksen, deberá volver a sentarse con Levy aunque en esta ocasión la entidad blanca juega con una baza: el deseo de cambiar de aires de un jugador que acaba contrato la próxima temporada.