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RAYO VALLECANO

Míchel firma con el Huesca y se medirá por primera vez al Rayo

Nunca lo hizo como jugador, pero el próximo curso sí lo hará sentado en el banquillo oscense. El técnico vallecano ya consiguió un ascenso a Primera con la Franja (17-18), ahora intentará repetirlo con el Huesca.

Actualizado a
Míchel, dando instrucciones durante un partido.
ALBERT GEAREUTERS

El Huesca hizo oficial este sábado el fichaje de Míchel. El técnico vallecano, de 43 años, firma por una temporada (2019-20) y se presentará el próximo martes 4 de junio en El Alcoraz. Éste será el punto de partida de un nuevo proyecto, cuyo objetivo principal será el ascenso. Un reto para el que Míchel está muy preparado. Ya lo consiguió con el Rayo la pasada 2017-18, donde además se coronó campeón de Segunda por primera vez en la historia del club.

Míchel es un símbolo del Rayo. Se formó en la cantera y su zurda pronto llamó la atención. Zambrano le dio la alternativa frente al Barça y estuvo 17 temporadas defendiendo la Franja, en varias etapas. Cuando colgó las botas en 2012, se convirtió en el tercer futbolista que más minutos había jugado con el Rayo (363), sólo por detrás de sólo Cota (401) y Felines (364). 

Se quedó en el club como director del área de metodología, ejerciendo de enlace entre el primer equipo (entonces dirigido por Paco Jémez) y la cantera. Allí absorbió una filosofía por la que abogó cuando dirigió al Juvenil A. Ese mismo curso (16-17) tuvo que asumir las riendas del Rayo, que iba 16º y estaba un punto por encima del descenso a Segunda B. Lo salvó con dos jornadas de antelación. Quince meses después, en su primer proyecto completo al frente, le llevó a Primera.

A lo largo de sus casi dos décadas en activo, Míchel jugó en el Rayo (en todas las categorías, Primera, Segunda y Segunda B) y en tres equipos más: Almería (96-97), Murcia (03-04, 04-05 y 05-06) y Málaga (04-05). Durante aquellas aventuras lejos de Vallecas nunca se enfrentó a la Franja, nunca coincidió en la misma categoría. Ahora se da la circunstancia de que Huesca y Rayo sí se verán las caras en Segunda, encima luchando por un objetivo común: el ascenso. Una situación inédita y una sensación extraña para uno de los iconos de la Franja. Lo que no vivió como futbolista tendrá que hacerlo ahora desde el banquillo...