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TOTTENHAM - LIVERPOOL

Menos aficionados del Tottenham de los esperados en Colón

La Policía Nacional estimaba en 40.000 aficionados del Tottenham en la Fan Zone de la Plaza de Colón. Sin embargo, no se han acercado ni de lejos a esa cifra.

Soccer Football - Champions League Final - Fans gather in Madrid ahead of Final - Madrid, Spain - June 1, 2019   Tottenham fans in a fan zone   REUTERS/Javier Barbancho
JAVIER BARBANCHOREUTERS

Desde las nueve de la mañana la Plaza de Colón se preparó para recibir a 40.000 aficionados del Tottenham. Fuertes medidas de seguridad en un perímetro vallado y controlado por la Policía Nacional, quien admitía que "aquí no han venido cuarenta mil como nos dijeron".

Gran parte sin camiseta, los ingleses se agolparon a la carpa que habilitó la UEFA en el centro de la plaza para intentar evitar las quemaduras del sol que ya lucían muchos de ellos. Con temperaturas de 32 grados y ni una sola nube, algunos prefirieron pasar la mañana en las zonas de césped y refrescándose a la sombra.

En el centro de la carpa, una enorme barra donde corría la cerveza. Al fondo, el escenario donde un DJ se encargaba de animar a los hinchas, aunque muchas veces eran ellos quienes iniciaban los cánticos. El gran momento llegó cuando comenzaron a proyectar en la pantalla principal el camino a la final y los goles clave. La ida ante el Borussia Dortmund (3-0), la vuelta ante el Manchester City (4-3) y la vuelta ante el Ajax (2-3), con un éxtasis final tras el gol de Lucas Moura en el descuento.

Entre los cánticos más escuchados, uno haciendo referencia a la Yid Army (como se denominan los aficionados del Tottenham a sí mismos) y varios cánticos a Moussa Sissoko, un verdadero ídolo entre la afición spurs. Por supuesto, no han faltado hinchas surcoreanos que se han acercado con camisetas del club londinense a la Fan Zone, siempre, por supuesto, con el nombre de Son a la espalda.

A las 17:00 se deja de servir cerveza, unas pintas que, a cinco euros el vaso, no dudaban en consumir. La seguridad presente no dejaba introducir bebidas en recipientes peligrosos (latas o cristales) y los agentes revisaban cada mochila que entraba en el perímetro.