David Gallego, en la recámara, junto a Machín, Setién y Pizzi
El actual técnico del Espanyol B, del gusto de los jugadores, parte con cierta ventaja si se confirma la marcha de Rubi. Pero otros técnicos están en el radar.
Aseguran desde el Espanyol que están preparados para un eventual cambio en el banquillo. Y, en ese sentido, buena parte de las miradas apuntan a David Gallego, del agrado de una plantilla a la que ya dirigió como interino tras la destitución de Quique Sánchez Flores, en abril de 2018, si bien el club cuenta también con candidatos externos en su radar.
En lo que concierne a Gallego, el lunes se anunció su continuidad en el Espanyol B el próximo curso, lo que no deja de ser una mera formalidad porque precisamente le resta un año de contrato. No obstante, el club intentó recientemente renovarlo por más temporadas sin que llegara a cristalizar la negociación. Paralelamente, y esto es sintomático, también en las oficinas apuntan que tendrían claro su relevo (se especula con Nacho Castro) en caso de que su asiento en el filial quede vacante. Podría ser bien porque sube el primer equipo, bien porque recibe una oferta de superior categoría a la Segunda B, donde entrena ahora.
Obviamente, el área deportiva del club perico cuenta con más candidatos analizados para situaciones como la que les ocupa. Uno de los nombres que gusta es Pablo Machín, extécnico del Girona y del Sevilla, club del que fue cesado el pasado mes de marzo. También ha sonado Quique Setién, en lo que supondría casi un inusitado intercambio de cromos.
Y no pierde ojo el Espanyol a lo que sucede con Juan Antonio Pizzi, a quien puede llegar tarde si finalmente tiene que decantarse por quien hasta hace unos meses dirigía a la selección de Arabia Saudí. El argentino negociaba en las últimas horas su retorno a San Lorenzo de Almagro.