El Deportivo se agarra al playoff en el último segundo
Carlos transformó en el 96' un penalti de Valjent sobre Nahuel en la última jugada del partido. El Depor sueña de nuevo con una promoción que el Mallorca tenía asegurada con el empate.
Nueve partidos, cuatro largos meses y con el reloj marcando el minuto 96' le ha costado al Deportivo volver a ganar en Riazor. Pero el momento no puede ser mejor. La victoria deja a blanquiazules metidos de lleno en la pelea por la promoción de ascenso a falta de dos jornadas, aunque no dependen de sí mismos. Y todo ante un Mallorca que ya saboreaba el playoff con el empate, pero que vio como Valjent, que había hecho un partidazo, hacía un penalti en la última jugada del encuentro que Carlos transformó con sangre fría para desatar, por fin, la locura de un Riazor en una épica victoria.
Con lo que había en juego el partido no podía empezar de otra forma: intenso y con mucho ritmo. Presión alta de ambos equipos, ocasiones para Lago Junior y Carlos cuando sólo habían pasado cinco minutos. La electricidad bajó pasado el cuarto de hora, pero no el peligro, sobre todo de un Deportivo que comenzó a asustar a Reina desde la estrategia con un Fede Cartabia muy participativo. La tendencia se convirtió poco a poco en acoso, obligando Bóveda y Cartabia al meta bermellón a trabajar a fondo. Y mientras, los baleares aguantando gracias a la firmeza de sus centrales y buscando asustar a la contra cuando Salva Sevilla encontraba el primer pase. Y así se fue el partido al descanso, con la sensación del Deportivo de no recibir el premio a su clara superioridad y la de Mallorca de saber sufrir para tener en el zurrón el puntito que le garantizaba el playoff.
La pregunta era saber si la ansiedad, la angustia de no ganar un partido decisivo, iba a pasar factura o no a los coruñeses. Y el duelo volvió a los orígenes, con los dos equipos llegando, pero un Mallorca que comenzaba a jugar con el reloj y los nervios de Riazor demasiado acostumbrado a las decepciones. Y así, entre la desesperación y las prisas, el que comenzó a aparecer fue Dani Giménez, retomando y multiplicando el papel salvador que tuvo Reina en el primer acto. Y así, con el partido en el alero y con un Mallorca que no paraba de crecer y avisar, se entró en el último cuarto de hora. Ahí llegó mejor el Mallorca, que pudo matar y no lo hizo. Y cuando la afición de Riazor recogía velas, apareció Nahuel, el penalti, Carlos, el resurgir de un sueño.