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Carles Pérez, de la Damm a Ipurua corriendo la banda

El extremo de 21 años se convirtió en el noveno canterano que debuta en el primer equipo de la mano de Ernesto Valverde.

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Carles Pérez, de la Damm a Ipurua corriendo la banda
Rodolfo MolinaDIARIO AS

Carles Pérez se convirtió el domingo en el noveno canterano que debuta de la mano de Valverde con el primer equipo del Barcelona después de que lo hicieran Riqui Puig, Miranda, Chumi, Cuenca, Cucurella, Oriol Busquets y Abel Ruiz. También debutó con el entrenador actual el senegalés Moussa Wague, pero a este lateral no se le puede considerar canterano ya que llegó al Barcelona B este mismo año después de haber jugado el Mundial de Rusia con su selección.

A sus 21 años, Carles Pérez tuvo el debut que muchos de los habituales del Mini y de la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí esperaban desde hacía tiempo. Especialmente, cuando se hinchaba a marcar goles con el juvenil, hecho que le llevó a ser internacional español con Albert Celades como seleccionador.

Nacido en Granollers, dio sus primeros pasos futbolísticos en el Vilanova de la Roca, desde donde pasó a los benjamines de la Damm, una de las mejores canteras del fútbol catalán. Duró poco en el equipo cervecero, ya que enseguida el Espanyol le captó para formar un equipo infantil que mandó con mano de hierro en el fútbol catalán durante dos años en los que le ganó al Barcelona el campeonato de Catalunya.

Curiosamente, en ese equipo blanquiazul Pérez coincidió con Marc Cucurella, jugador al que se enfrentó el domingo en su debut en Primera División. Junto a Cucurella pasó del Espanyol al cadete del Barcelona donde ha ido quemando etapas hasta consolidarse esta temporada en el Barcelona B, equipo en el que ja jugado 26 partidos esta temporada (dos lesiones le tuvieron varias semanas de baja) marcando nueve goles y dando cuatro pases de gol.

Se trata de un extremo zurdo que normalmente se proyecta por la banda derecha para aprovechar su disparo y que creció en el fútbol base admirando a Neymar. Ahora, tras su debut con los grandes deberá aclarar su futuro. La Segunda B se le queda pequeña y falta ver si da el paso al primer equipo o prefiere la aventura de una cesión.