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LAS PALMAS 3 - RAYO MAJADAHONDA 2

David García se viste de héroe para salvar a Las Palmas

Hizo el 3-2 cuando ya se había cumplido el descuento. Verza, con sendos penaltis, adelantó por dos veces al equipo madrileño.

David García se viste de héroe para salvar a Las Palmas

Hay héroes que no necesitan capa, sino un equipaje de fútbol. Tampoco vuelan, pero siempre cumplen. Se trata de dar la cara y de alzar la voz sobre el césped. Empiezan jugando otros, pero al final siempre acaba él en el campo. Tuvo que ser David García, eterno discutido, quien apareciera en el descuento para meter la pierna y darle la salvación matemática a Las Palmas, en ningún caso motivo alguno de celebración. Más cabizbajo aún se marchó el Rayo Majadahonda, que no pudo vender más cara una derrota que le deja inmerso en las turbulentas aguas del descenso.

Empezaron ambos equipos con el exceso de respeto como defecto, más pendientes de recibir un gol menos que de hacer un gol, que parece lo mismo pero nada tiene que ver. En unos minutos donde apenas pasaba nada destacó la actividad de Robaina, soplo de aire fresco desde la mediapunta, y en el 18 Peñalba metió la pierna tras una falta botada por Lemos, con el balón rozando el poste derecho. Antes, Las Palmas había protestado un posible penalti sobre Rubén Castro. Poco a poco se estiró el Rayo Majadahonda, liderado por un colosal Fede Varela. Tampoco es que los pupilos de Iriondo asediaran a Josep, pero el control del partido era total conforme pasaban los minutos. Además, al filo del descanso se encontró un regalo de Peñalba, que arrolló a Varela. Vicandi le perdonó una expulsión clara, pues era la segunda amarilla, pero Verza hizo justicia con el 0-1.

Locura. Reinó la locura en el segundo tiempo. Rubén empató desde los 11 metros, y de nuevo Verza hizo lo propio desde idéntica distancia. La UD encerró a su rival hasta que Araujo empató a 2, y David García, quién si no, metió la pierna con el tiempo cumplido, héroe inesperado, para hacer el 3-2 y conseguir la salvación matemática de Las Palmas, pobre consuelo de un curso para olvidar.