La Juve empata y el Nápoles humilla al Inter

La Juventus, que tras haber conseguido el scudetto el pasado 20 de abril no ha vuelto a ganar (tres puntos en cuatro jornadas), no pasó del empate ante el Atalanta en su último enfrentamiento del curso como local. Los de Gasperini, tras la histórica decepción sufrida en la final de Copa, saltaron al campo mucho más hambrientos de una Vecchia Signora que lleva un mes jugando sin objetivos, y avisaron nada más comenzar con Freuler, Hateboer y Zapata, hasta encontrar una merecida ventaja con uno de los héroes de su gran temporada.

Tras un córner, Ilicic recibió de Masiello y empujó entre palos un gol que podía valer muchísimo para la historia del club orobico. Cristiano, enfurecido, se fue al descanso discutiendo con el árbitro que no dejó acabar una jugada de los bianconeri, y vio amarilla. En la segunda parte tuvo lugar el emotivo adiós de Andrea Barzagli, que deja el fútbol con 38 años y al club de Turín tras nueve temporadas: el defensa salió del césped llorando y abrazando al técnico Allegri, que fue ovacionado en su último partido en el banquillo del Allianz Stadium.

Poco después, Ilicic falló la sentencia y Mandžukic, que había sustituido justo a Barzagli, con una estirada casi sin ángulo a pase de Cuadrado puso las tablas. Bernardeschi estuvo cerca del 2-1 y en el descuento fue expulsado (dura entrada sobre Barrow), pero el marcador no volvió a moverse: el resultado mantiene al Atalanta a un paso de la primera participación a la Champions de su historia, mientras que la Juve empezó las celebraciones para su octavo scudetto consecutivo, el último de la era Allegri.

El Nápoles, por su parte, se despidió de un San Paolo en obras para las Universiadas humillando al Inter con un merecido 4-1. Zielinski abrió la lata en la primera parte con un latigazo desde fuera del área y en la reanudación se ensañó con los nerazzurri.

Un testarazo de Mertens firmó el segundo a pase de Callejón (décima asistencia del exmadridista, segundo mejor registro del campeonato junto con el de Suso) y luego remató la faena Fabián. El exbético realizó su primer doblete italiano rematando a puerta un pase de Malcuit y con una gran carrera terminada con un potente zurdazo que le dobló las manos a Handanovic.

Los de Spalletti marcaron el gol del honor con un penalti de Icardi (el punta había empezado en el banquillo) y ahora, para defender su puesto en la próxima Champions, tendrán que tumbar en la última jornada al Empoli, que se jugará la salvación. Será un final agónico.