El Olympique de Lyon fulmina el sueño europeo del Barcelona

Inmenso. Así se mostró el Olympique de Lyon ante el Barça. El conjunto francés sumó su sexta Champions, cuarta de manera consecutiva, tras golear a las españolas, que apenas tuvieron tiempo de asentarse en el campo. El equipo de Lluís Cortés fue valiente en su planteamiento, pero no pudo contra el músculo de un equipo arrollador, que con poco conseguía hacer daño, mucho daño. Con un hat-trick, Ada Hegerberg dejó anuladas a las azulgrana en el primer tiempo, después de que la húngara Marozsán abriera el marcador. No hay freno para este Lyon...

Le salió mal el planteamiento a Lluís Cortés. El entrenador del Barcelona apostó por un once ofensivo, con las líneas defensivas muy adelantadas. Pero, a las jugadoras del Barça les faltó físico ante una veloz Van de Sanden, que en tan sólo quince minutos aprovechó los fallos de Leila y Mapi León para poner en bandeja el gol a Marozsán y Hegerberg. La primera, ovacionada, llegaba con un extra de motivación por jugar esta final en casa, y en su carrera demostró tener el aliento de los suyos. Para la segunda no hay medida.

La primera Balón de Oro de la historia, de la que no podremos disfrutar en el Mundial, puso la guinda a la temporada demostrando su gran nivel goleador. Fue la gran estrella del partido. Marcó el segundo, el tercero y el cuarto, dejando la final sentenciada antes de que se cumpliera la primera parte del encuentro. A la asistencia de la holandesa en su primera diana, se sumaron asistencias de sobresaliente de Majri, por la izquierda, y de Bronze, por la derecha. El carril diestro fue el cementerio del Barça, con continuas llegadas del conjunto lionés. Para el Barcelona quedaron tímidas llegadas, pero apenas consiguieron inquietar a Bouhaddi. Fue decisiva la primera de ellas. Duggan tuvo en sus botas el que pudo ser el primer gol del partido en el minuto 5, un tanto que podría haber cambiado un partido que pasó del 0-1 al 1-0 en cuestión de un minuto.

El primer gol de un equipo español en una final europea femenina

En el segundo tiempo, el Lyon se gustó y planteó un juego más de toque. Ese que no conseguía el Barça, para el que estaba siendo imposible mantener la posesión. Al conjunto azulgrana le pesaban las piernas, y también el marcador, ante el poderío físico y la calidad de las francesas. Era el manifiesto de que aún queda mucho por luchar en el fútbol femenino. Una cura de realidad que nos hace comprobar la evolución de esta categoría en un club que ha apostado fuertemente desde el inicio por su sección femenina.

Las de Pedros bajaron un punto en su intensidad ante un Barça que cogió aire fresco con la entrada de Oshoala desde el banquillo. Las españolas pelearon hasta el final, a pesar de que el viento no corría a su favor. La nigeriana aportó dinamismo al juego de las catalanas y obtuvo la recompensa a su persistencia en forma de gol. Martens le puso un balón en profundidad a la africana, que le cogió la espalda a la defensa francesa, recortó y marcó el único gol del Barça en esta final. Una diana que daba dulzor a esta derrota. Era el primer gol de un equipo español en una final de la Champions femenina. Era un gol histórico, aunque las lágrimas lo empañasen. 

Nadie se acuerda nunca del subcampeón, pero habrá una excepción. España siempre recordará el debut de su fútbol femenino en una final europea, aunque este fuese tan amargo. El Barça cierra este capítulo con mucho que aprender, tras una temporada en blanco. Sin nada queda también la lista de reproches para el Lyon, que vuelve a llevarse el triplete. Las francesas eran, son y serán legendarias.