Jesús Navas es el espejo en el que se mira Bryan Gil
El jugador más veterano y más joven de la actual plantilla agrupan las mayores ilusiones de la afición sevillista de cara al futuro
Quince años, dos meses y 21 días separan al jugador más veterano de la plantilla del Sevilla del más joven. Sin embargo, a simple vista, ambos conservan en la mirada la ilusión del canterano que está dando sus primeros pasos, por mucho que Jesús Navas esté camino de los 34 años y Bryan Gil haya estrenado la mayoría de edad hace nada. Navas volvió a su casa para disfrutar del tramo final de su carrera compitiendo al máximo nivel, mientras que Bryan da los primeros pasos en la suya con el espejo del palaciego a muy pocos metros en el vestuario.
El paralelismo en los inicios de Bryan y Navas son evidentes. Ambos debutaron en Primera con 18 años recién cumplidos, aunque el barbateño ha sido más precoz que el palaciego a la hora de marcar su primer gol y de dar su primera asistencia. A Navas lo hizo debutar Caparrós, mientras que a Bryan le dio la alternativa Machín... después de escuchar a Caparrós decir que el internacional sub 19 estaba "preparado para La Maestranza".
Cuando Jesús Navas comenzaba en el Sevilla, la referencia era un José Antonio Reyes que al poco hacía las maletas para sanear la economía del club. Bryan, por su parte, estuvo durante años haciendo los más de 300 kilómetros, ida y vuelta, que separan Barbate y Sevilla para llegar a una Ciudad Deportiva que preside un cartel con la foto del que hoy es su capitán y con el lema: "Aquí se forman campeones del mundo".
¿Y qué le puede aconsejar un jugador que ha andado el mismo camino que hoy empieza a recorrer una de las mayores ilusiones del sevillismo? "Aquí he aprendido como persona y futbolista. Lo principal que tiene que saber es dónde está y que un día puede estar arriba y otro abajo. Hay que tener la cabeza muy bien puesta pero, sobre todo, disfrutar cuando se sale al campo. Yo, por ejemplo, este año estoy disfrutando muchísimo". Palabra de capitán, palabra de Jesús Navas.