El Elche quiere usar el exceso de presupuesto para rescindir contratos
Para ello usará lo que no se ha gastado esta temporada y la ampliación de capital de 1,44 millones de euros.
El Consejo de Administración del Elche ha anunciado esta semana la puesta en marcha de la última ampliación de capital necesaria, de 1,44 millones de euros, para cumplir con la condición establecida por el Consejo Superior de Deportes (CSD), que obliga a la entidad a alcanzar un capital social de 7 millones de euros antes del 30 de junio. Esta cifra corresponde al doble del pasivo que acumulaba el club hace unos meses cuando las cuentas fueron revisadas por el organismo regulador estatal.
Las ampliaciones de capital suscritas por la sociedad de Tenama Inversiones, propiedad de José Sepulcre, han permitido cumplir con este requisito. También que la justicia diera la razón al Elche en el contencioso con el Instituto Valenciano de Finanzas con relación a la deuda de la Fundación, que asciende a unos 14 millones de euros. No está previsto que ningún otro accionista participe en esta ampliación y Sepulcre volverá a suscribir el capital ofertado, para pasar a controlar más del 70% del músculo accionarial de la entidad franjiverde.
El club, además, hará de la necesidad virtud y aprovechará esta inyección económica para aumentar el presupuesto de gastos destinados al área deportiva en una cifra que ronda los 300.000 euros (el 20% del capital suscrito). Esa cantidad se unirá al presupuesto no consumido este curso, tras el traspaso de Sory Kaba y la adquisición de Yacine Qasmi, de unos 300.000 euros. En total, algo más de 600.000 euros que se destinarán a rescindir los contratos de aquellos jugadores que no entran en los planes de futuro del nuevo director deportivo, Nico Rodríguez.
En la lista de salidas figuran varios jugadores con contrato en vigor para el siguiente curso, como el mediocentro ilicitano Jony Ñíguez, con dos años más, o el central Jesús Olmo. También los cedidos Provencio, Collantes, Benja, Lolo Pla, Nando Quesada o Iván Calero. En algunos casos, como los tres primeros, ya están pactadas las condiciones para romper sus vinculaciones con el club, mientras que el resto queda a la espera de una negociación para ver si se les puede ceder y compartir los gastos de lo que les resta de contrato.
El gasto total para romper con todos estos futbolistas podría rondar los 800.000 euros y el objetivo es que no sea con cargo al presupuesto del próximo curso, en el que se pretende aumentar al máximo la cifra destinada a la primera plantilla para tener los mimbres suficientes para aspirar al ascenso a Primera División.