El Málaga arrolla al Oviedo pese a jugar con 10 más de una hora
El Málaga, que jugó más de hora con uno menos por expulsión de Keidi Bare, arrolló a un mal Oviedo y vuelve a los puestos de promoción.
El Málaga terminó con casi cuatro meses sin ganar en La Rosaleda. Derrotó al Real Oviedo pese a que jugó más de una hora con un jugador menos por expulsión de Keidi Bare tras realizar un extraordinario partido, sin duda el mejor de los últimos dos años. Adrián, de penalti, Ontiveros y Cifu, autores de los goles. El equipo de Víctor no solo no se derrumbó por su inferioridad numérica sino que, por el contrario, creció, se multiplicó y dio un soberano repaso a un Oviedo que no encontró la brújula. Las claves de este triunfo fueron la fe, la actitud, la solidaridad, el increíble desgaste físico de todos los jugadores y la ausencia en el palco del señor Al Thani. Con el jeque los blanquiazules no sumaban de tres en tres ni a tiros. El Málaga recupera su lugar entre los seis primeros en tanto que el Oviedo desperdicia una oportunidad única.
El Oviedo empieza apretando. A los 10 segundos el fibroso Bárcenas reclama un penalti de Juankar, que reaparecía ocho meses después (su último partido fue el 15 de septiembre contra el Córdoba). A los 15' tras el lanzamiento de un córner Ontiveros recorta a Ibrahima y éste, por inercia, le derriba dentro del área. Penalti que Adrián González transforma en el 1-0. Noveno gol del madrileño. Un minuto después Johannesson saca debajo de los palos un trallazo de Ontiveros, que había empezado con mucho brío.
A los 29' el colegiado expulsa a Keidi Baré por una entrada, a lo De Jong, sobre Ibrahima. El albanés no tenía intención de hacer daño, pero entra con exceso de fogosidad. Juego peligroso y roja correcta. El centrocampista se marcha llorando.
El escenario cambia y Adrián se recoloca como mediocentro con N'Diaye. El Oviedo no termina de hacerse con el control de la pelota y el Málaga dobla su ventaja en la última jugada de la primera parte. Ontiveros agarra la pelota y se va de Bárcenas y Jimmy. Cuando se acerca al borde del área observa un hueco inverosímil donde coloca el balón lejos del alcance de Champagne. Una maravilla de gol que hace enloquecer a la sufrida Rosaleda.
El Oviedo, obligado a meter otra marcha, empieza la segunda mitad con decidida mentalidad ofensiva. N'Diaye se multiplica y no para de recibir faltas. El derroche de facultades del Málaga es admirable. Sergio Egea recurre a Toché, un experto goleador, en lugar de Ibrahima.
Ontiveros es un espectáculo. Ataca con brillantez y defiende con garra. Futbolista total. A los 69' agotado, es sustituido por Iván Alejo y despedido con gran ovación. Tres minutos después, tremendo choque cabeza con cabeza entre Munir y Pau Torres. Queda felizmente en susto. El equipo de Sergio Egea embotella al Málaga que se defiende con orden y gran acierto de sus centrales, Luis Hernández y Pau Torres. Pero el Málaga no pierde el orden y en una formidable contra Leschuk asiste a Cifu que, en una carrera llena de infinita garra, se queda mano a mano con Champagne al que bate con categoría. 3-0. La Rosaleda está en una nube. Cuatro minutos después entra Koné, seis meses después, por el Tiburón Leschuk.
El final fue inusualmente placentero y feliz para la hinchada. Con buen juego garra y sin el jeque, el Málaga ha vuelto a ganar y vuelve a estar entre los seis primeros en tanto que el Oviedo desperdicia una ocasión casi inigualable.